Cuba no permitirá que Estados Unidos habilite «una internet paralela», como pretende la administración del Joe Biden, por considerar que sería un acto de «injerencia», dijo este martes un alto funcionario cubano.
«Estados Unidos lo que quiere es brindar una internet paralela a nuestro país (…), y realmente nosotros no vamos a permitir esa injerencia, porque estaría violando no sólo nuestra Constitución, sino también el propio preámbulo de la Constitución de la Unión internacional de Telecomunicaciones (UIT)», dijo el viceministro cubano de Comunicaciones, Wilfredo González, en una entrevista con la AFP.
El viceministro precisó que la iniciativa de Washington «estaría violando el ciberespacio» de Cuba, lo que «sería inaceptable».
«Estamos en la posición de evitar cualquier tipo de acciones de este tipo», enfatizó González, tras preguntarse en qué otro «país del mundo existe una internet paralela».
Respecto a la críticas que ha desencadenado la aprobación y puesta en vigor este martes del primer reglamento cubano de ciberseguridad, que tipifica delitos como la «subversión social» en la red, González defendió el derecho de la isla de «establecer sus propias regulaciones y reglamentaciones» para el uso de internet y la redes sociales bajo los principios de la UIT.
Esta norma «amplía la posibilidad de trabajar ante cualquier incidente de ciberseguridad» y «el mal uso de las tecnologías en el ciberespacio».
El Senado de Estados Unidos aprobó el martes pasado una enmienda que crearía un fondo destinado a desarrollar y desplegar la tecnología existente con el objetivo de proveer de internet a los cubanos.
Durante las históricas protestas que sacudieron a la isla el 11 y 12 de julio, el gobierno cubano cortó el internet móvil unos cinco días. El presidente Biden anunció entonces que su gobierno estudiaba cómo podía restaurar la conectividad.
«Estados Unidos está utilizando internet como un arma para agredir a nuestro país», denunció González. Destacó que esa política de Washington es «de doble moral», porque «bloquea» por un lado y «genera una subversión en el ciberespacio» por el otro.
El internet móvil, que llegó a Cuba apenas en 2018, se ha convertido en el gran aliado de organizaciones ciudadanas para expresar sus demandas y fue vital el 11 de julio cuando las manifestaciones se reprodujeron de manera masiva en las redes en toda la isla.
Según el viceministro, más de 7,7 millones de cubanos, más del 68% de la población, acceden a internet.