La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) repatrió este martes al primer grupo de balseros cubanos desde las históricas protestas civiles multitudinarias del pasado 11 de julio en la isla.
El conjunto de 27 balseros fue devuelto a Cuba por el navío Charles Sexton. El grupo fue conformado por cubanos detenidos en alta mar frente a las costas de Florida en 2 operaciones separadas.
La primera embarcación (de 21 pies con 22 personas a bordo) fue avistada el viernes pasado a 7 millas del sur de Cayo Hueso, y sus tripulantes fueron llevados al barco William Trump.
La segunda improvisada embarcación fue encontrada el sábado a 15 millas de la costa de Islamorada con 5 personas a bordo.
El capitán Adam Chamie, comandante del Sector de la Guardia Costera de Key West, alertó (una vez más) a los ciudadanos cubanos que emprendan este viaje que “navegar en embarcaciones inseguras es peligroso y puede resultar en la pérdida de vidas”. «Solicitamos a todos los marineros que informen sobre cualquier posible viaje de migrantes para ayudar a prevenir la pérdida de vidas en el mar», agregó.
Una vez a bordo de un barco de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben comida, agua, refugio y atención médica básica.
#SeeSomethingSaySomething Mariners – if you see any migrant voyage, call the @USCG to help prevent loss of life at sea.#DontTakeToTheSeas
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— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) July 27, 2021
Desde el comienzo del año fiscal 2021 (el 1ro de octubre de 2020), la USCG ha reportado la interceptación de un total de 595 cubanos, una cifra muy superior a los 259 de todo el año fiscal 2018, los 313 de 2019 y los 49 de 2020.
La Guardia Costera estadounidense ha estado muy atenta en las últimas semanas sobre el posible éxodo masivo desde Cuba (similares al de 1994), luego de que el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla anunciara las sospechas de que se produjera un estallido migratorio tras las protestas populares del 11J.
El ministro de Exteriores refirió al famoso «Maleconazo» del 94, cuando Fidel Castro decidió abrir las fronteras marítimas (obligado por el estallido social) para que los cubanos que quisieran, pudieran lanzarse al mar; dando lugar a la «Crisis de los Balseros», en la que miles de nacionales partieron en precarios botes rumbo a las costas norteamericanas.
La USCG, sin embargo, se ha dedicado a prevenir otro éxodo masivo cubano y pidió a sus naturales y residentes que evitaran salir a navegar para no involucrarse en conflictos migratorios.
La entidad ha advertido que ha desplegado todo un sistema de operativos para monitorizar cautelosamente el territorio estadounidense por mar, aire y tierra.