Limay Blanco, humorista cubano que en los últimos días se ha mantenido en cuarentena en su domicilio por sospecha de contagio de coronavirus, comunicó este jueves que su esposa recibió el alta médica luego de haber estado ingresada por haber sido confirmada con la enfermedad. Su hermana, sin embargo, permanece en el hospital.
Limay narró, en un video publicado en su perfil de Facebook, la serie de infortunios que sufrió ayer, así como que recibió la sorpresa del alta de su esposa en la madrugada, tras pedirle a Dios una sola “alegría”.
Relató que se levantó y vio muchas noticias sobre la descontrolada situación epidemiológica de la isla, a causa de las nuevas cepas del virus, por lo que dijo estar rezando para que mejore el panorama. Luego, le llegó una factura de electricidad de 10.000 pesos, le quitaron la chapa del carro al enviar a una persona a entregarle el almuerzo a su esposa. Finalmente, su hija, quien cumple el aislamiento domiciliario junto a él, le confesó que le dolía la garganta.
El famoso Muñi Muñi pidió a sus seguidores muchas oraciones por él, su familia y sus amigos, a la vez que compartió imágenes del exterior de su casa, la cual ostenta el cartel rojo que señala su condición de vivienda «con ingreso domiciliario».
Inmediatamente, varios de sus seguidores le enviaron bendiciones, además de algunos destacaron la labor humanitaria que realiza el humorista, quien lidera una serie de proyectos simultáneos de ayuda a personas vulnerables.
Blanco indicó que ha decidido dedicarse a apoyar a aquellos que lo necesitan en estos tiempos en que los espectáculos de todo tipo están suspendidos. Mencionó que ha logrado recaudar fondos destinados a la compra y/o reparar casas de familias con niños extremadamente pobres.
En la actualidad, la isla atraviesa la peor crisis sanitaria desde que comenzó la pandemia, y el colapso de los centros de salud ha obligado a confinar a aquellos casos sospechosos o contactos de casos confirmados en sus viviendas.
Únicamente los casos confirmados son trasladados a hospitales o centros de aislamiento, los cuales han llegado a no poder recibir más pacientes como en la provincia de Matanzas.