Balseros cubanos que naufragaron cerca de las costas de Florida cuentan la odisea que vivieron en el mar, para terminar siendo deportados a Cuba

Ines Sanz

Cuba acusa a Estados Unidos de incumplir con el acuerdo de entregar 20 mil visas anuales a cubanos y asegura que esto "alienta la migración irregular"

El pasado lunes fue repatriado un grupo de 46 balseros cubanos, quienes relataron la experiencia de haber sobrevivido al naufragio de la embarcación en la que iban a bordo el pasado 27 de mayo en las cercanías de Cayo Hueso y que dejara un saldo de dos muertos y 10 desaparecidos.

Andy Rodas, quien había sido detenido horas antes en otra balsa junto a 24 migrantes más, contó a Telemundo 51 que sintieron al centinela del barco de los guardacostas gritando «hombre en el agua». Así comenzaron a ver personas por todas partes, y helicópteros, avionetas, etc.

La Guardia Costera logró subir a bordo a ocho migrantes, sucediendo el rescate pasadas las 2:00 pm. A raíz del siniestro, diez personas desaparecieron en el agua, según el testimonio de los sobrevivientes.

Una de ellos, Teresa Fuentes, de 54 años, fue la única que no fue retornada a la isla como consecuencia de su hospitalización por presentar problemas renales. Su hija, Daymara Pérez pudo verla «unos pocos minutos» y comentó que su padrastro, aunque sobrevivió al naufragio, fue deportado, alegando que no los creía con la fuerza o la disposición para subirse a un bote inventado a partir de «una goma grande de un tractor con un motor».

Los guardacostas realizaron una búsqueda por más de 123 horas a los 10 balseros reportados como desaparecidos, suspendiendo el operativo sin éxito. Una nota de prensa de la dependencia federal comunicó que «abarcaron aproximadamente 8.864 millas cuadradas, que es casi el tamaño del estado de New Hampshire».

El viaje fue emprendido el 23 de mayo al salir en una embarcación rústica construida por ellos mismos desde el artemiseño municipio de Bahía Honda. Los deportados permanecen en dos centros de aislamiento por la pandemia.

Yosmel Arrieta, uno de los balseros, contó a Telemundo 51 que el bote comenzó a hundirse a la mitad de la travesía y que un barco de pescadores que los vio no los pudo rescatar porque no querían meterse en problemas. Eventualmente, decidieron ayudarlos, pero solo por que viajaban con un niño de cinco años.

Arrieta narró que la Guardia Costera intervino a solo cuatro millas de tierra y que, desde que pasaron a ser custodiados por la fuerza, no tuvieron la posibilidad de solicitar asilo político alegando temor creíble.

Los guardacostas norteamericanos han detenido 323 cubanos desde que comenzó el año fiscal 2021 y, aunque ha superado considerablemente las cifras de los años inmediatamente anteriores, aún no logra igualar el repunte de éxodos masivos como el del Mariel, la década del 90 y el deshielo de las relaciones entre ambos países comenzado en 2014, respectivamente.