La sonrisa de Gina Cabrera está grabada en la memoria de miles de cubanos, que disfrutaron de sus inolvidables actuaciones, casi todas con éxito, lo mismo en comedias, tragedias, aventuras, espacios infantiles o novelas… Hoy, cuando esta cumpliendo 93 años de vida, te mostramos cómo luce esta actriz cubana que destaca por su talento nada común y su particular belleza.
¿Cuántos cubanos no han escuchado decir eso de que «estás, que ni Gina Cabrera te hace nada»? Esto ha sido dicho en las más disimiles situaciones familiares, sociales o laborales, por cubanos de varias generaciones. Así, sin quererlo o saberlo, se le hace homenaje a esta excelsa dama del teatro, el cine, la radio y la televisión.
Luisa Georgina Cabrera Parada dedicó más de la mitad de su vida a re garlarnos su arte, tanto dentro como fuera de Cuba.
Su talento nada común, su singular belleza criolla, una disciplina férrea y una voluntad única para superarse cada día, hicieron que Gina triunfara allá donde pocas de su época supieron hacerlo, y aún siendo muy joven logró conquistar el corazón de los cubanos de la época.
Indiscutible estrella, que llegó a ser disputada por los dueños de las cadenas Unión Radio Televisión y del Circuito CMQ, pues la consideraban una carta de triunfo en la que confiar sus altos niveles de audiencia.
Tras el triunfo de la Revolución permaneció en Cuba, declinando jugosas ofertas en el extranjero que pudieron llenarle de dólares los bolsillos. Sin embargo, decidió quedarse… para en 1961 convertirse en la jefa de la campaña de alfabetización en CMQ Radio y Televisión.
Tiempo después, junto a grandes de la actuación como Maritza Rosales, Alejandro Lugo y Alden Knight, fundó la Escuela Escuela de Formación de Actores del entonces denominado Instituto Cubano de Radiodifusión, hoy Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Su modestia, su sencillez y su humildad le hicieron ganarse el aplauso del público, incluido el infantil, y quienes la vieron jamás olvidan su participación en la década de los sesenta en la zaga ‘Los mambises’, en el gustado espacio de las aventuras. Allí nos deleitó con su encarnación del personaje Carucha Medina, en la ficción hija ilustre de la bayamesa familia Medina, que, en la vida real, fue la familia Figueredo, a la que pertenecieron Perucho, el autor del Himno Nacional.
