Las joyas Pandora se han ganado un lugar especial entre las cubanas y todas quieren presumir de llevar una cadena o un pulso llenos de charms de la marca, pagando altos precios por los más exclusivos. Ya son muchos los vendedores que los ofrecen, aunque con la popularidad, también han llegado las estafas y las copias falsas, toditas “made in Cuba”.
Hasta hace algún tiempo el gran negocio de las tiendas clandestinas en La Habana era la ropa; pero los clientes se han vuelto sofisticados y ahora van detrás de la joyería de marca. Entre las más demandadas se encuentra Pandora, una de las más famosas a nivel internacional.
Los vendedores saben que se trata de un buen negocio, pues la capital cubana se ha llenado de nuevos ricos que quieren presumir de VIP y están dispuestos a pagar altos precios por joyería de marca, aún cuando el peso no esté acorde al precio. La marca sola, vale; y el cliente paga el nombre.
Pandora tiene la gran ventaja de que sus catálogos permiten a los clientes diseñar las prendas a su gusto y personalizarlas. Así lo promociona la página web de la marca: “Con Pandora puedes diseñar las prendas, tomando piezas de distintos tipos hasta crear una única, a tu gusto”.
En La Habana, los vendedores ayudan a los clientes a crear sus propios modelos y luego establecen los precios. Un pulso puede costar entre 65 y 85 CUC, un collar entre 95 y 110 y un sencillo dije 35.
La inmensa mayoría se dedica sólo a vender piezas originales de plata – los cubanos son más quisquillosos con el oro y sí toman en cuenta el factor peso a la hora de la compra (lo que no da negocio, pues encarece mucho la prenda) – Su originalidad depende de la confianza en el proveedor que las importa desde Estados Unidos.
Luego el vendedor pone el anuncio en sitios de comercio virtual como Revolico y espera a que llamen los clientes. La venta de joyas Pandora se ha vuelto tan popular que muchas tiendas clandestinas se están abandonando el negocio de la ropa para dedicarse a este.
La ganancia se encuentra alrededor de los 5.00 CUC por pieza vendida; pero en una buena semana se pueden alcanzar hasta 3000 CUC en ventas, lo que deja una ganancia considerable.
“Son caros, pero son lindos. Eso te hace lucir fina, y te da apariencia de gente con dinero. Pero yo lo quiero original, nada de copias”, nos comenta Luisa, una joven estudiante de 21 años, que se ha ido comprado sus charms con lo que saca de las propinas los fines de semana en el bar donde trabaja.
Las joyas de Pandora han entrado al mercado informan en Cuba traídas por revendedores desde los sitios más insospechados. Eso si, de la procedencia también llega la estafa. Una pulsera original puede llegar a costar en Cuba hasta 80 CUC, mientras una cadena ronda los 120 CUC. Sin embargo, los joyeros cubanos también las hacen, casi idénticas, y los precios son inferiores.
Parecen iguales a las originales. Mismo color, mismo modelo y a veces hasta el mismo peso. Si te enseñan dos no sabrías decir nunca cuál es la original y cuál es la copia. Las imitaciones suelen ser más baratas y un pulso puede encontrarlo hasta por 35 CUC. Aunque su demanda es igualmente alta, la mayoría prefieren comprar las de ley.