El gobierno de Cuba denunció hoy que el presidente estadounidense, Joe Biden, no ha movido «un milímetro» su política contra la isla desde que llegó a la Casa Blanca, ni ha revertido el recrudecimiento de sanciones aplicadas por su antecesor, Donald Trump.
«No hay un milímetro de movimiento en cuanto a la persistencia de esa política de agresión», dijo el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, en conferencia de prensa.
«Joe Biden mantiene intactas las medidas de la administración Trump hacia Cuba», dijo de su lado en Twitter el ministerio de Relaciones Exteriores, y le reprochó no escuchar «las constantes peticiones de la comunidad internacional y de sus propios ciudadanos».
Durante su campaña, Biden prometió revertir las cerca de 250 sanciones impuestas por Trump contra Cuba, pero hasta el momento eso no sucedió.
De acuerdo con cálculos del gobierno cubano las afectaciones por este embargo se contabilizan en el último año en 5.500 millones de dólares.
Gil Fernández enumeró una serie de ejemplos que obstaculizan las relaciones comerciales de Cuba con el exterior, como las primas de sobreprecio de hasta 60% que algunos proveedores imponen para enviar sus productos a la isla, la necesidad de acudir a países lejanos para abastecerse, así como la imposibilidad de importar productos que tengan más de un 10% de componentes estadounidenses, entre otros.
Pese al panorama complejo que enfrenta el país, el ministro dijo que espera que la economía empiece a recuperarse en 2021 con un crecimiento del 6%, impulsado por el alza del precio del níquel, mayores ingresos por servicios de telecomunicaciones y el regreso del turismo a la isla.
«Mantenemos un objetivo crecimiento en el entorno de un 6% para este año», dijo el funcionario.
El país, que en 2020 registró la peor caída del PIB (-11%) en casi 30 años, también dejó de recibir divisas por concepto del turismo a causa del covid-19.
Sin embargo, Gil Fernández dijo que el gobierno tiene prevista una recuperación gradual del turismo con la llegada de 2,1 millones de turistas este año, un cifra mucho menor a los cuatro millones que llegaban antes de que empezara la pandemia del coronavirus el año pasado.