Los pobladores del poblado guantanamero de Maisí, en quienes la imaginación e inventiva forman parte de su vida, sostienen más allá de la duda, que en la localidad de La Asunción se encuentra el edificio más estrecho de Cuba y quizás del mundo.
El peculiar inmueble, construido en 1955, mide 2,5 metros de ancho y dispone de cinco niveles, que actualmente sirven de sede a la Empresa Municipal de Construcción y Mantenimiento, y a un sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), en el municipio cubano mayor productor de café.
La obra se construyó para el despulpe de café, por eso es que el edificio está tan estrecho y tiene esa forma tan peculiar, porque no fue hecho para oficinas, viviendas, ni nada por el estilo, sino para una despulpadora.
El acaudalado terrateniente Manuel Gallinar Marcos, quien fuera antes de 1959 propietario de más de la mitad de las tierras cultivables de Maisí, el más oriental de los territorios de Guantánamo, mandó a construir la edificación para una despulpadora-clasificadora del demandado grano.
Mientras funcionó como industria para el procesamiento del café, era una armazón de estructuras metálicas que en pocos años resultó inoperante debido a la pronunciada altura y estrechez de la instalación pero, sobre todo, por el elevado consumo de agua, muy escasa en esa zona.
No pocos nativos especulan que este podría ser también el edificio más estrecho del mundo; sin embargo, una incursión en la red de redes, apoyados en el buscador Google, lleva al internauta hasta el barrio chino de la ciudad canadiense de Vancouver, donde se encuentra el Sam Kee Building de 1,8 metros de ancho, al cual otorgan este récord.
Lo cierto es que el de Maisí, en Guantánamo, bien podría ostentar el récord del edificio más estrecho de Cuba.