Oshin fue una telenovela japonesa de la cadena NHK que se transmitió por primera vez en Cuba por Cubavisión en el año 1990. Los capítulos tenia una duración de 15 minutos y a lo largo de un año, los cubanos nos conmovimos con esa historia; la cual se basaba en la vida de Katsu Wada, madre del empresario japonés Kazuo Wada, fundador de la cadena de supermercados Yaohan.
Su frase más emblemática “me esforzaré” fue utilizada en más de una ocasión por casi todos nosotros. Hoy me tocó utilizarla a mí, porque como ayer no me quedaba mucho arroz, ni había donde comprar más.
Me acordé que cuando Oshin era pequeña para estirar el arroz, lo cocinaban con rábano Nunca dieron la receta en la serie y al final en los tazones solo se veía algo blanco. Pensé que de esta forma quizás se perdería un poco el sabor picante del propia rábano.
Además, el rábano contiene un alto nivel de vitamina C y fibra, muy favorable para el tránsito intestinal. Tiene propiedades diuréticas, que combaten la retención de líquidos. Entre sus componentes contiene glucosinolatos, que se encargan de cuidar el hígado y la vesícula. Aporta minerales como el yodo, azufre y magnesio. En resumen que lo mejor era hacer un arroz con rábano y lógico que no es ni parecido al que tenía que comer la pobrecita Oshin. Pero estoy segura que a los amigos del blog les va a gustar porque como siempre, está hecho desde el corazón.
Arroz con pollo y rábanos
Paso 1 – Rinde para 4 personas: solo use una lata y media de arroz. 5 rabanitos laqueados en el chicharrero, media cebolla y medio pimiento que me regaló la vecina, 4 dientes de ajo cortados fino, dos muslos de pollo y un pedacito hervidos, 2 tomates cortados en dados, 6 hojas de acelga finamente picadas, un chorrito de vino seco, 3 cucharadas de aceite, media cucharada de sal, dos latas de caldo de pollo y especias a su elección. En mi caso, sazón Goya, pimentón ahumado y sazón completo.
Paso 2 – Lo primero es poner en la olla el aceite y cuando esté caliente echarle los rábanos, el ajo, cebolla y pimiento. Bajar el fuego y dejar pochar por 5 minutos. Mientras deshuesar el pollo. Para agregarlo cuando la cocina se empieza a llenar del olor a sofrito.
Paso 3 – Mézclalo todo y cocínalo por 5 minutos mas. Luego agregas el arroz lavado y bien escurrido. Revuelve todo para integrar los sabores. El arroz debe estar bien seco, lo mejor es lavarlo y dejarlo escurrir en un colador, hasta que vayas a usarlo.
Paso 4 – Echa la acelga y cuece hasta que se marchite. Agrega la sal (media cucharada raza, las especias que use tenían sal, pero el rábano y los vegetales absorben la sal). Revuélvelo todo y sigue al siguiente paso.
Paso 5 – El arroz comenzará a pegarse al fondo de la olla, es momento de echar los tomates. Cómo estos soltaran el juguito y ayudará a desglasar la preparación. Raspa con la cuchara de madera como si no hubiera un mañana para que lo que queda pegado al fondo de la olla se integre también.
Paso 6 – Agrega ahora las especias y el caldo (que no tene sal, porque ablande el pollo sin echarle, ni una pizca), de este último solo lata y media. Reserva la otra media lata para después.
Paso 7 – Revuelve todo nuevamente y deja cocinar tapado a fuego medio hasta que empieza a hervir. Entonces baja la llama y déjalo cocer unos 10 minutos o hasta que se seque.
Paso 8 – Cuando el arroz se haya secado, y la cámara del móvil le de por hacerse la graciosa, sin revolver el arroz, rocíale la media latica de caldo que reservaste.
Paso 9 – Tapa nuevamente y deja cocinar por 10 minutos más. Al destaparlo verás que además de estar perfectamente cocinado, hasta creció. Y si, es el mismo arroz de la bodega, el malo, que se cocina amelcochado, miren qué lindo se ve! Revuélvelo con un tenedor y..
Whala! Tú arroz con rábanos está listo! Sírvelo con chicharritas de plátano o cualquier otra vianda que tengas, puede ser hervida o frita, da igual. Yo le puse una cucharada de mayonesa arriba para decoración pero no es necesario… Si se deja comer solo.