Cualquiera que mira su rostro no imagina que la popular actriz cubana Verónica Lynn está cumpliendo hoy 90 años de edad, pues se mantiene con esa sonrisa hermosa, su paso firme y andar elegante con el que conquistó el corazón de miles de cubanos desde hace más de cinco décadas en la televisión, el cine y el teatro.
No hay dudas que cuando se menciona su nombre viene a la mente uno de los rostros de las actrices más paradigmáticas que ha dado Cuba, llegando a sus casi nueve décadas de vida con la misma profesionalidad y excelencia que la condujeron en toda su carrera.
Como Verónica Lynn, nadie ha podido presentar en un teatro las piezas Santa Camila de La Habana Vieja, siendo la primera en interpretar y llevar a escena esta obra en Cuba, y Aire Frío, en el que dio vida al personaje de Luz Marina.
En el cine, esta gran diva de las artes escénicas cubanas ha tenido actuaciones inolvidables en más de 20 películas, entre los que destacan: Lejanía, Una pelea cubana contra los demonios, La bella de Alhambra, Historias clandestinas, Estorbo, Las noches de Constantinopla, y Video de familia.
Sin ella y su genial interpretación de Doña Teresa Guzmán en la telenovela Sol de Batey no hubiese sido lo mismo en la pequeña pantalla.
“Fue un personaje tan fuerte que todavía en estos tiempos en la calle le dicen: ‘Mira, ahí va la mala de los pajaritos de Sol de Batey. ¡Qué mala era usted!’. A eso le llaman popularidad”, confesó en una entrevista el pasado año la actriz.
https://youtu.be/QLsEn2aK5Wk
Quienes la conocen, dicen que no le gusta hablar mucho de sí misma, pues asegura que son sus actuaciones las que la hacer perdurar en el recuerdo del público, tanto del televidente como del que acude a los teatros y los cines.
Aunque advierte que el séptimo arte llegó algo tarde a su carrera, dice que son inolvidables en su memoria sus actuaciones en los filmes La bella de la Alhambra, Las noches de Constantinopla, Video de familia y más reciente Esther en alguna parte, donde compartió escena con el gran Reinaldo Miravalles, antes de este fallecer.
En un entrevista, tras arribar a sus 86 años, le preguntaron que significaba para ella a esta edad, saberse tan querida y sobre todo tan respetada, lo que que respondió:
«Los años no son en mí una carga, sino una edad que me parece bonita, porque tengo el cariño y ese respeto, que ojalá sigan acompañándome. Y saberme querida y respetada me hace sentir una gran responsabilidad. Con mi trabajo, y con mi público».
En nombre del público cubano que la admira y le brinda siempre su afecto en los espacios públicos donde se encuentra con esta talentosa actriz, felicitamos a Verónica Lynn y deseamos que siga acompañándonos muchos más.