La receta de hoy es gracias a la donación mi vecina Alina García, ella me hizo llegar estos pimientos enormes y aunque no estaban rojos decidí hacerlos al horno por qué me fascinó el tamaño, la tersura de su piel.
Para comprar los mejores pimientos estos son aspectos a tener en cuenta: si la piel está cuarteada, son pimientos ya viejos de varios días mientras que si es tersa son muy frescos. Estos los podemos poner a madurar y si los guardamos en la gaveta del refrigerador nos duran por muchos días incluso semanas.
El pimiento aporta fibra, previene la constipación y regula los niveles de colesterol y del azúcar en sangre. Son perfectos para dietas de control de peso por su bajo aporte de calorías y estimulan las secreciones gástricas y la función vesicular, dando sensación de saciedad. Tradicionalmente se le han atribuido virtudes como aperitivo y afrodisíaco. El pimiento desecado y molido suele denominarse pimentón, paprika o ají de color. Se emplean tradicionalmente en la cocina, inmaduros y maduros, crudos, asados, cocidos, al horno, secos, en polvo, etc…
Es muy difícil decidir dónde se empezaron a rellenar los pimientos, ya que es un cultivo que entre los asentamientos españoles y portugueses, llegaba a prácticamente todo el mundo. No obstante, sabemos que el pimiento es originario de América y fue presentado a la corte hispánica en su segundo viaje por Cristóbal Colón. Aunque ya desde los tiempos del imperio otomano se elaboraban recetas a base de vegetales rellenos, estos de llaman “dolma” y los más conocidos son los envueltos en hojas de Parra. También en la India preparan unos pimientos rellenos, en este caso los rojos, a los que se adiciona papa cocida, cebolla y muchas especias. Existe un plato árabe llamado “fifil mahshi” que es elaborado con pimientos verdes y ya, que los tengo locos con tantos datos que al final no van a lograr que la receta quede más rica ni nada de eso.
Espero que les guste mucho la preparación y les dejo la receta que como siempre está hecha desde el corazón.
Barquitos de ají rellenos paso a paso
Paso 1 – Aproveche que tenía el queso instantáneo que no acabo de dar pie con bola en la consistencia, pero si estaba muy rico de sabor. Use además: 3 pimientos grandes, un pepino medio mustio, una zanahoria flacucha, unas acelgas que no recuerdo haber comprado, 3 cebollas, 6 dientes de ajo, un tubo de picadillo (pero puedes usar, jamón, carne, pollo y hasta etcétera) 4 cucharadas de pitipua hechos por mi, un ají chay rojito porque lo vi lindo, aceite 5 cucharadas, una taza de puré de tomate casero, especias, plantas aromáticas y sal al gusto.
Paso 2 – Lo primero es preparar el sofrito para el relleno porque el picadillo estaba crudo. Corta todo lo que tengas en cuadritos pequeños, la zanahoria, la cebolla, los ajos, el pepino si quieres le sacas las semillas, la acelga separa las hojas del tallo y córtalos por separado, para que las hojas te queden en tiritas finitas. Ah! Recuerda dejar la mitad del ajo y cebolla para la salsa criolla.
Paso 3 – En un sartén hondo o recipiente adecuado, pon a calentar 3 cucharadas de aceite. Echa tus verduras picaditas y deja sofreír por 5 minutos o hasta que estén transparentes las cebollas. Recuerda que puedes echar un poquito de sal para que suden las verduras y así no se quemen.
Paso 4 – Cuando el olor del sofrito te inunde la cocina agrega el picadillo, (el pollo o el jamón, lo que tengas para rellenar). Cocínalo como normalmente haces, mezclando todo para integrar, con su poquito de puré de tomate y hasta vino seco si te gusta. Ahora también agrega el pitipua, granos de maíz o incluso aceitunas si consigues.
Paso 5 – Cuando casi este seca la salsa del picadillo agrega las hojitas de acelga picaditas y revuélvelo todo. Deja un par de minutos más, puntea la sal y agrega las especias o platas aromáticas de tu preferencia. Yo lo cocine hasta que quedó casi sin salsa. Reserva.
Paso 6 – Otra cosa, si lo deseas en este paso puedes agregar un poco de pan rallado o queso, es a gusto yo lo hice con pan rallado para que el relleno de compactará y así no se saliera de los ajíes. Este es un buen momento para encender el horno a temperatura media para cuando pongas los ajíes a cocinar.
Paso 7 – Mientras el picadillo de cocinaba fui limpiando bien los ajíes, como eran tan grandes los corte al medio, les quite las semillas y los coloque en la bandeja para comprobar cuántos cabían… Solo pude hacer 3 ajíes.
Paso 8 – Ahora vamos a preparar la salsa criolla, en una sartén o cazuela amplia echa el aceite que te haya quedado y la mitad del ajo y cebolla que tenías picaditos. Déjalos sofreír hasta que la cebolla se haya dorado y agrega el puré de tomate o la salsa casera. Puntea de sal y especias a tu gusto. Dejamos cocinar por 3 minutos y apaga el fuego.
Paso 9 – Echa la salsa criolla en el fondo de la bandeja, rellena los ajíes y ve colocándolos en orden cuidado que no se vienen. Termina de echar el relleno si te queda algo para que queden abultados. (Si usas una bandeja de silicona, debes ponerla en otra más resistente, así quedará muy firme y no se votará ni una gota.)
Paso 10 – Agrega por último el queso instantáneo cubriendo los barquitos de ají. Además de darles un sabor delicioso también se verán más bonitos. Ponlos en el horno a temperatura media por 25 o 30 minutos.
Y whala!!! Estarán listos tus barquitos de ají rellenos, los puedes acompañar con arroz blanco echándole la salsa criolla sobrante de la bandeja por arriba o como plato único con unos tostones al ajillo.