Un titular del periódico El Comercio anunciaba el 6 de diciembre de 1921 la construcción de un nuevo hotel en Cienfuegos: el “San Carlos”. El acaudalado cienfueguero Antonio Cuco Mata, había decidido invertir su capital en lo que sería el edificio insignia de la hotelería en la provincia de las Villas, Cuba.
Aquella obra arquitectónica fue inaugurada con 41 habitaciones y cuatro niveles, a los que en el propio año de 1924 se le agregaron otros dos pisos, uno para habitaciones y el último para el que sería todo un símbolo local: el Roof Garden. Como dato curioso se cuenta que hacia 1925, el “San Carlos” era el punto más alto de la ciudad.
Y así pasaron los años y luego de 1959, el Hotel San Carlos con un total abandono en el que estaba por tanto tiempo fue convirtiéndose en una verdadera ruina que amenazaba con colapsar y arrastrar consigo a los edificios colindantes. Nada quedaba de su antiguo esplendor. Debilidades estructurales, humedad, deterioro, paredes desplomadas, formaban una imagen lamentable del inmueble. Ante la inspección visual de arquitectos e ingenieros, salieron a relucir la dejadez y la depredación humana que habían lastrado la celebridad del hotel.
Por allí pasaron diversos intentos de rehabilitar a esa joya que se derrumbaba con los días, tras incontables esfuerzos todo el que intentó iniciar los trabajos, abandonó la idea. Algunos hicieron un poco más, otros un poco menos. Organismos gubernamentales como el Micons, Cimex o Cubanacán Hoteles fueron algunas de las empresas que estuvieron involucradas durante todo este tiempo en la reparación del inmueble, nadie lo terminaba y de ahí surgió el dicho arraigado con los días en la bella ciudad de Cienfuegos y que corrió por toda Cuba, el Hotel San Carlos había acarreado “la Maldición del Bambino” frase célebre en todo el mundo por aquellas palabras que el famoso pelotero norteamericano arrojó con rabia cuando era vendido de un equipo a otro en las grandes ligas norteamericanas.
Pero expliquemos mas claro “La maldición del Bambino” se alude a George Herman Ruth, conocido con el apodo de “Babe Ruth”, el mítico jugador que fue campeón con Boston en tres series mundiales, pero quien al ser vendido a los Yankees, transformó el destino de Medias Rojas, que no volvieron a ganar una Serie Mundial hasta hace solo 12 años. A partir del momento de la partida de Ruth de los Medias Rojas, empezó lo que popularmente se conoce la maldición del “Bambino”, otro de los apodos del legendario jugador, quien dijo al ser vendido que Boston no volvería a ganar una Serie Mundial. Y así ocurrió con el famoso Hotel San Carlos de Cienfuegos tal parecía que sobre el había caído la Maldición del Famoso Babe Ruth.
Haciendo un poco de historia, la vetusta instalación cerró en los años 80 y se aprestaba a una reparación capital cuando fue sorprendida por el Periodo Especial, dejando a ingenieros civiles, arquitectos, y obreros con planos, picos, palas, ladrillos y cemento en la mano.
El 9 de diciembre del año 2008, el semanario provincial 5 de Septiembre anunció a bombo y platillo: «Rehabilitan edificio del emblemático hotel San Carlos de Cienfuegos “. La nota aseguraba que la obra se encontraba con “un 28,4% de valores ejecutados”, y que se esperaba ver terminada “para finales del 2010”. Un reportaje del canal de televisión local, Perlavisión, realizado en marzo del 2013, asegura ya para esa fecha, que el inmueble “estuvo abandonado durante más de veinte años”, en lo que definieron como “paralización total”.
Años atrás, para ser exactos en el 1998 uno de los funcionarios gubernamentales había dado a conocer públicamente, a los cuatro vientos, que no había preocupación ninguna pues ya en unos meses se terminaría el San Carlos, también se comenzaría a construir el Meliá Los Pinitos, el Meliá Costa Sr, y unas cabañas en Cayo Carenas, aparte de una ampliación en el Hotel Faro Luna con 150 habitaciones. Nada de eso se cumplió.
“Como siempre todo fue puras promesas”, dijo a este redactor una ex trabajadora del turismo en Cienfuegos.
Finalmente, en el año 2019, el Hotel San Carlos reabrió sus puertas en Cienfuegos, con 56 habitaciones, rescatándose así la centenaria instalación. Sin embargo, la maldición parece que se niega a desaparecer, ahora convertida en demanda internacional de la mano de los descendientes del dueño original de esta instalación.
Amparándose en el título III de la Ley Helms-Burton, activado por la Administración del presidente Donald Trump en mayo de 2019, la nieta de Mata y la viuda de su nieto han demandado al Estado cubano y a Meliá para que les devuelva el hotel que Antonio Cuco fundó.