Los festejos navideños en Cuba comienzan el 24 de diciembre, continúan el 25 y recesan hasta el 31, que luego se extienden hasta el 1ro y 2 de enero del siguiente año, y para muchos terminan ahí, mientras que otros también celebran el 6 de enero (Día de Reyes).
No puede faltar el menú tradicional de lechón asado, congrí o arroz moro, la yuca con mojo, los tostones, ensalada de tomate y lechuga y los postres caseros o turrones.
Las costumbres de las 12 de la noche son imprescindibles: la tira del cubo de agua, la vuelta a la manzana con las maletas, la quema del Año Viejo, y el brindis.
Incluso han surgido platos para estas festividades con el paso del tiempo y las condiciones históricas propicias, como el cubitey, una mezcla de elementos del congrí y de la paella, que data de la gran inmigración española hacia la isla a finales del siglo XIX y principios del XX, o la ensalada Yumurí, la que consta de flores de pascua de pimiento rojo, una zanahoria cortada y cocida en el centro, tomates y pimientos rellenos y ramitas de berro para culminar.
Quien puede asa el cerdo en una púa, haciendo lentamente a las brasas mientras se le da vueltas de manera regular. En algunas regiones del occidente se asa a la parrilla, barbacoa u horno, y en otras se asa bajo tierra cubierto en hojas de plátano. En todos los lados se va rociando a medida que se va cocinando.
Los acompañamientos cambian con la familia, la región y la cartera. Lo mismo pueden ser yuca hervida con mojo, chicharritas de plátano que de malanga, tostones (también llamados ‘ambuilas’ o ‘chatinos’) o incluso tamales.
Verdaderamente, una joyita de la gastronomía caribeña es el arroz congrí (cuando se cocina con frijoles colorados) o arroz moro, también llamado ‘moros y cristianos’ (cuando se hace con frijoles negros).