Si se cumplen todo lo supuesto, hoy, durante la primera jornada del Octavo Congreso del Partido Comunista de Cuba, su Primer Secretario, Raúl Castro, debería estar anunciando su retiro oficial del cargo; lo que supondría la salida aparente del poder en la isla.
Cuba entraría así en la era postcastrista. Los Castro se despiden de la alta dirigencia, o al menos dejan de ocupar el cargo político más poderoso del país: la dirección del PCC.
¿Se retira hoy Raúl Castro?
Su retiro se producirá en uno de los momentos más difíciles de la nación, en medio de una crisis económica, un deshielo con Estados Unidos que no acaba de retormarse y la pandemia del Covid-19. ¿Qué le espera a la isla sin los Castro públicamente en la escena política?
Seis años después de la muerte de Fidel Castro, se espera que su hermano cumpla con el anuncio de ceder las riendas del único movimiento político legal en Cuba. En 2016, Raúl aseguró que renunciaría en el Octavo Congreso del Partido, el cual comienza este viernes 16 y está programado que termine el próximo 19 de abril.
Raúl, que cumplirá 90 años en junio, lidera el PCC desde el anterior congreso celebrado en 2016, cuando recibió de su hermano Fidel. En aquel momento el menor de los Castro en el poder indicó que este Congreso sería “el último de la generación histórica”, calificó como “estratégico” el reemplazo generacional y estableció límites de edad para su más alta dirección.
Su retiro completaría el proceso de entregar el control del país a una generación más joven, que se supone siga siendo liderada por Miguel Díaz-Canel, quien asumió la Presidencia de la isla en el año 2018.
Aunque todo indica que Díaz-Canel asumir también el cargo de Primer Secretario del PCC, si se nombra a alguien más, especialmente de la ‘vieja guardia’, posiblemente indicaría un estancamiento de las reformas que ha estado impulsado desde la Presidencia.
También se espera que durante este Congreso presente su renuncia José Ramón Machado Ventura, de 90 años, quien ocupa el cargo de 2do Secretario del PCC; lo que dejaría por primera vez a la directiva de la organización comunista sin veteranos de los que lucharon en la Sierra Maestra junto a Fidel y Raúl Castro.
Después de que los hermanos Castro dirigieran hasta los más mínimos asuntos de la vida cotidiana del país durante más de seis décadas, muchos cubanos esperan con ansias un cambio.
¿Qué pasará en Cuba en lo adelante?
El pasado enero, Díaz-Canel empezó a dar pequeños pasos con la puesta en marcha de un plan, aprobado hace dos congresos, para poner fin al sistema de doble moneda que rigió en la isla durante 26 años. Unificó así sus dos monedas, el peso cubano y el CUC o peso convertible, por lo que rige una tasa de cambio única de 24 pesos por un dólar. Aunque la medida levantó ronchas por la gran inflación con la que ha venido acompañada.
También se abrió las puertas a un cuentapropismo con menos trabas, lo que permitiría gestionar negocios privados con mayor libertad y autonomía.
Pero muchos señalan que las modificaciones aún no se reflejan en los bolsillos de la población. En los últimos meses, cientos de cubanos han participado en protestas antigubernamentales y exigen calidad de vida sin excusas, mientras el gobierno acusa a los manifestantes de ser pagados por la “mafia cubana” en Miami.
A diferencia del respaldo mayoritario que tuvo la Revolución Cubana durante su apogeo en las décadas de 1960 y 1970, cuando las arengas antimperialistas solían hipnotizar a los ciudadanos; ahora hay mayor descontento y división en la sociedad cubana.
El acceso a internet y la enorme desigualdad que se hizo más visible en los últimos años con la aparición de tiendas que venden mercancías en dólares -a las que por lo general solo tienen acceso aquellos que reciben divisas de familiares en el extranjero- hace que muchos cuestionen al gobierno y exijan resultados.
El propio primer ministro, Manuel Marrero, indicó que “la gente no come planes”, al reconocer el sentido de urgencia por mejorar la vida del ciudadano de a pie.
La vieja guardia en la política cubana da pasos al costado, las reformas económicas intentan salir a flote pese a la resistencia ideológica del Partido Comunista y la sociedad cubana parece más exigente de mejores resultados en su calidad de vida, pero cualquier cambio en la isla será un proceso lento.