Pese a que aún fuentes oficiales no han confirmado las nacionalidades de los 4 migrantes fallecidos en la selva del Darién en las últimas semanas, las autoridades panameñas presumen que pueden haber sido todos cubanos.
La portavoz del Ministerio Público de Panamá, Jelisca Rivera, declaró que la Fiscalía Regional de Darién es la encargada actualmente del desarrollo de la investigación. Alegó que se debían aún esperar por los resultados que brinden los procedimientos de necropsia en los cadáveres (los que ya se encontraban en avanzado estado de descomposición), pero que por ahora solo cuentan con leves sospechas.
Martí Vanesa Calviño, vocera del Servicio Nacional de Fronteras (SENAFRONT), comentó que es común que el proceso se demore debido a que el proceso se complejiza cuando los migrantes no llevan sus documentos identitarios consigo (a causa de las difíciles condiciones en las que viajan).
El Servicio Nacional de Fronteras y el Servicio Nacional de Migración reportaron el pasado 11 de abril este suceso: el fallecimiento de 4 migrantes latinoamericanos (3 hombres y 1 mujer) tras presuntamente ahogarse en el Río Turquesa (localizado entre las comarcas Wargandí y Emberá) en medio de su travesía hasta los Estados Unidos.
Se conoció poco después que la mujer y uno de los hombres sí eran cubanos, y que, de hecho, se trataba de una madre y un hijo que venían atravesando toda Latinoamérica desde Chile, Yleana Samon y Alberto Martínez.
Leanet Díaz compartió fotografías de ambos en Facebook, acompañados de un mensaje en el que expresó el amor que sentía por los fallecidos y la agonía que tiene sumidos a todos los que los conocieron.
El diario digital 14ymedio, por otra parte, informó que Samon y Martínez partieron desde Chile el 15 de marzo pasado junto a 18 cubanos, con el objetivo de alcanzar México para solicitar asilo en Estados Unidos.
El grupo se separó en la travesía de Perú a Colombia, según fuentes cercanas a las víctimas. Las mismas relataron que los vieron en última instancia cuando subían a una lancha que partía rumbo a Capurganá, última parada antes de entrar en la selva.
Alberto Martínez y Yleana Samon vivían en el barrio de Luyanó, en el habanero barrio de Diez de Octubre.
Algunos de los viajeros que alcanzaron México, según lo referido por el Servicio Nacional de Migración (SNM), se mostraron preocupados por quienes no habían llegado al destino.
Luego del hallazgo de los cadáveres, la entidad comunicó que habían reforzado el patrullaje en diversos sectores de la selva darienita junto a unidades del Servicio Nacional de Fronteras.
El texto detalló que los cuatro migrantes habían intentado ingresar a suelo panameño cruzando la región selvática, y que este tramo conlleva muchos riesgos debido a la condición inhóspita del área, además del cambio de la estación seca a la estación lluviosa. Reiteró, por tanto, que las rutas son de alta peligrosidad para aquellos que las utilizan como vía para entrar a territorio panameño.