En el conocidísimo naufragio de una embarcación con migrantes cubanos a bordo, durante el pasado 4 de marzo en las cercanías de Bahamas, se dio como desaparecida una joven que hace poco apareció, presuntamente, en un centro de detención de mujeres en ese archipiélago.
El hallazgo de Adriana María Consuegra Caro representaba un hilo de esperanza del qué tirar para todos aquellos que esperaban todavía saber sobre el encuentro con vida de sus familiares desaparecidos en el suceso. El razonamiento lógico fue simple: si ella estaba viva y a salvo, el resto también podía estarlo.
Desgraciadamente, esa ilusión se desvaneció totalmente cuando las autoridades de Bahamas informaron esta mañana que la muchacha no se encontraba en ninguno de sus centros de detención y que no estaba en la lista de sobrevivientes, por lo que se dio por concluida la búsqueda.
El rumor se originó, aparentemente, gracias a que una prima de Adriana dijo haber conversado con ella; los medios de Miami comenzaron entonces a regar las habladurías de inmediato y la falsa noticia se expandió como pólvora.
Una tía de la joven aseguró que habían hablado con un hospital de Bahmas el lunes y que allí le habían informado que la habían dado de alta. También supuestamente les fue confirmada su presencia en el Centro de Detención “Carmichael”, en Nassau.
Volvieron a llamar el miércoles y la misma funcionaria que les había dado la confirmación, les dijo esta vez que no era cierta su declaración. Entonces, todas las noticias y publicaciones al respecto fueron retiradas.
Las autoridades de Bahamas aseguraron que la compañera de ese centro penitenciario cometió un error. La familia de la muchacha declaró sentirse profundamente ofendida y destrozada con este «error».
Los familiares están convencidos de que el gobierno de Bahamas oculta información sobre el paradero de la joven, por lo que perduran los reclamos de parientes de desaparecidos exigiendo transparencia y profesionalidad, algo que sucede año tras año.
Los sobrevivientes, aislados e incomunicados, son los únicos que conocen las circunstancias en las que acaeció el naufragio, por lo que las familias de los cubanos desaparecidos en aguas de Bahamas solo pueden continuar esperando respuestas más certeras y confiando en el reencuentro.
Conociendo el caso de los tres balseros que fueron encontrados en un islote recóndito en el archipiélago de las Bahamas, luego de haber estado varados por 30 días, estos parientes rentaron con dinero propio un vuelo privado para recorrer el área entre Cayo Anguila y Cayo Sal en una búsqueda más profunda.
El pasado 14 de marzo fue anunciada oficialmente la suspensión de la búsqueda de los sobrevivientes por parte de las autoridades de ambos países.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba informó el 2 de marzo pasado algunos de los detalles referentes a la partida del grupo de balseros desde la costa norte de Villa Clara, así como que se tiene la certeza de que la cubana Adriana María Consuegra Caro iba a bordo de la embarcación.
¿Cuál es la información oficial sobre el suceso?
Que los 19 cubanos zarparon el 2 de marzo en una lancha rápida desde Villa Clara y que, a tres millas de Cayo Sal, iban a bordo de otra nave tras recogerlos para partir en dirección a la Florida, pero esta zozobró y los tripulantes quedaron varados en alta mar.
14 horas más tarde fueron rescatados por la Real Fuerza de Defensa de Bahamas, pero solo 12 de ellos y un cuerpo sin vida, por lo que los demás se consideran como “desaparecidos”, y una de ellos es Consuegra Caro, la joven cuya identidad es la única que se sabe respecto a los viajeros.