En Cuba los varones también celebran su fiesta de quinceañeros… y a qué precios!!

Julio César

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En Cuba los varones también celebran su fiesta de quinceañeros... y a qué precios!!

Las fiestas de celebración de los 15 años para varones en Cuba se han convertido en moda desde hace más de un quinquenio, esas donde se alquila una casa en la playa o una con piscina para contener a una treintena de adolescentes bailando al ritmo de la música de un DJ contratado, bebiendo sin recelo como si fuera legal y observando fijamente a cualquiera de las 15 muchachas bonitas (adolescentes incluso) que contrataron o invitaron a bailar con escasa ropa encima de la plataforma.

Marcelo, un joven de 16 años a quien le festejaron una ceremonia parecida, aseguró que los varones prefieren muchísimo más esta forma que hacerse fotos, alquilar trajes y montar una fiesta tradicional.

Dado que los Quince constituyen el ritual de llegada a la «adultez», los varones aprovechan para que sus familias les contraten conjuntos de bailarinas eróticas, a quienes pueden «vacilar», poner dinero en la trusa (si lo permiten), gritarles y hasta invitarlas a un trago, pero nada de tocar si no es consentido.

El gran valor que se le da en Cuba a esta celebración tradicional ha generado la aparición de miles de negocios muy lucrativos a lo largo de la isla, cobrando a muy altos montos el registro gráfico, el alquiler de atuendos, la elaboración de bufets, el montaje coreográfico, la peluquería, la decoración de interiores y exteriores, etc, pero mayormente son servicios dirigidos y especializados en muchachas.

Sin embargo, los varones no se quedan atrás, porque para llevar a cabo tales espectáculos y jornadas de celebración, es necesario «un camión de dinero», como se dice en el argot popular cubano.

Janisel y Angelito son un matrimonio propietario de una compañía clandestina de shows de lujo y organización de estos eventos, quienes han comentado que solían hacer unas 10 fiestas al mes antes de la llegada del coronavirus a la isla, por las que cobraban más de 1.000 CUC y esto dependía de si ellos debían incluir o no la bebida (por lo que hubieran cobrado más). Requerían cifras más exorbitantes si debían poner la barra abierta y una fuente de chocolate para 50 personas.

Janisel, quien fue bailarina de cabaret que abandonó su carrera por una lesión en un pie, explicó que hacían muchas más fiestas de Quince para varones que festejos de otro tipo, pero que también han hecho despedidas de soltera y algunas fiestas de Quince para chicas. Aseguró que se cuidan mucho de no contratar a menores de edad para los bailes.

Pese a la confianza con la que se ha referido Janisel a sus precauciones, testigos de este tipo de fiestas han admitido que gran parte de los bailarines que emplean son adolescentes.

Iván, un muchacho de 17 años, comentó que algunas de estas fiestas son gratis y en otras hay que pagar por la entrada, porque se forma todo un negocio con el pretexto de la celebración de los 15. Adentro se juega billar, se compra bebida y, por lo general, no se puede coquetear con las jóvenes, todas entre los 14 y los 17 años, pero muchas se venden por algo de dinero.

Otro adolescente cuyos padres le financiaron uno de estos festejos, Rasheny, relató que rentó una casa de cinco habitaciones y con piscina en Guanabo. Dijo que hay gente que lo organiza y garantiza todo (bebida, «chamacas», globos y una especie de porteros para evitar que se cuelen indeseables). Si alguien de la calle quiere entrar, «son veinte fulas, aparte de la bebida, y las habitaciones son a 10 fulas la hora». Aparentemente, cuando solo se desenvuelve la fiesta en la pista de baile, no se pueden pasear de manos con las muchachas, «pero después pueden hacer lo que quieran porque todas ellas están para lo mismo». Hasta se puede pedir a los organizadores un tipo específico de «jevita» y ellos se encargan de traerla.

Con alta demanda, este peculiar servicio lleva varios años teniendo muy buena aceptación, que pueden ser encontrados en anuncios clasificados tras la pantalla de “organizadores de eventos sociales” y enseñan hasta catálogos fotográficos ante las solicitudes más directas.