El Gobierno cubano justificó la reciente ola de cubanos tirados al mar en “embarcaciones improvisadas” para llegar a las costas de la Florida o de México, con que es producto de las consecuencias que causan las trabas migratorias de Estados Unidos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba culpó a las sanciones vigentes de Trump por el aumento de migrantes cubanos en altamar hacia la nación norteamericana. Esta declaración fue hecha aprovechando el comunicado sobre el reciente caso de tráfico humano con trágico desenlace en Bahamas.
El organismo fue claro cuando aseguró que este gran flujo de migrantes por mar o por las selvas centroamericanas se debe al cierre y obstaculización de las operaciones consulares de Estados Unidos para los cubanos.
Se indicó que la suspensión del procesamiento y otorgamiento de visas en La Habana, llevando los trámites a terceros países, y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano (1966), fueron los principales factores que han llevado a tantos cubanos a arriesgar sus vidas en el intento por llegar a Estados Unidos.
El MINREX destacó el hecho de que el Gobierno norteamericano ha incumplido el acuerdo migratorio con Cuba de 1994 y 1995, cuando se comprometió a garantizar la migración legal de un mínimo de 20 mil cubanos por año.
Como bien se conoce, todos estos desacuerdos y sanciones fueron impuestos durante el mandato del republicano Donald Trump, por su particular política hacia Cuba y por su intolerancia a la inmigración.
La nota del Ministerio alegaba que la administración cubana continuaría evitando, dentro de sus posibilidades, la migración irregular, insegura y desordenada que pone en peligro las vidas y la salud de los implicados y que propicia escenarios ilícitos y violentos.
No obstante, entre las causas de la estampida de balseros no se mencionó la crítica situación económica que enfrenta el país, la que obliga a millones de cubanos a sobrevivir como se pueda.
La Habana invitó a Washington a tomar medidas preventivas contra este tipo de tragedias, pero no se comprometió a fomentar un escenario de libertad económica para que los cubanos no quieran emigrar.
No culminó sin ratificar su empeño por cumplir los acuerdos migratorios firmados el día 12 de enero de 2017 por ambas partes.
Los últimos meses han sido testigo de un aumento en la afluencia de inmigrantes cubanos que intentan llegar por mar, aunque también han sido reportados numerosas historias de compatriotas cruzando una serie de fronteras suramericanas.
Luego de la derogación del protocolo de “Pies Secos/Pies Mojados”, la cantidad de balseros decayó paulatinamente al notar que, incluso si llegaban a las costas de la Florida, no iban a ser recibidos. En el año fiscal 2020 solo fueron detectadas en el mar y deportadas 49 personas, mientras que en lo que va del año fiscal 2021 se han registrado más de 100 cubanos interceptados en altamar por la Guardia Costera.
El MINREX hizo la declaración a partir de un caso de tráfico humano, el cual concluyó con isleños muertos o desaparecidos en aguas territoriales de Bahamas.
El mensaje señaló que la saluda ilegal del país se produjo el 2 de marzo de 2021, por la costa norte de la provincia de Villa Clara, y utilizando una lancha rápida de tráfico de personas, y se conoce que los tripulantes fueron conducidos hasta un cayo inhóspito del banco de sal en Bahamas.
Los migrantes fueron trasladados en una segunda embarcación para introducirlos de forma ilegal en territorio norteamericano. No obstante, la lancha naufragó el 4 de marzo y los participantes quedaron varados en el agua por más de 14 horas.
Un buque de la Real Fuerza de Defensa de Bahamas rescató a los náufragos, de los cuales uno murió, y se estiman varios desaparecidos, incluidos niños y mujeres, por lo que las autoridades cubanas aseguraron que continuarán las labores de búsqueda naval.