La relación entre Washington DC y La Habana no es una de «las principales prioridades» del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó el martes la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Un cambio de política no es en estos momentos una de las principales prioridades del presidente», declaró Psaki en rueda de prensa al ser preguntada sobre la relación entre ambos países, que se vio afectada por los cuatro años de presidencia de Donald Trump.
Después del acercamiento entre ambas naciones durante la Administración Obama, el presidente republicano volvió a enfriar las relaciones a base de sanciones hasta culminar con el retorno de Cuba a la lista de países patrocinadores del terrorismo el pasado 11 de enero, apenas unos días antes de abandonar la Casa Blanca.
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Al respecto, Psaki aseguró que la Administración Biden está decidida a revisar «medidas políticas previas», entre ellas la inclusión de Cuba en la lista, lo que supuso la reimposición de restricciones importantes a Cuba, incluida la prohibición de la mayoría de los viajes entre Cuba y Estados Unidos, así como la transferencia de dinero entre los dos países.
«Pero estamos comprometidos a hacer de los derechos humanos un pilar central de nuestra política y revisamos cuidadosamente las decisiones políticas tomadas por la Administración previa, incluyendo la decisión de designar a Cuba como un Estado promotor del terrorismo», agregó.
En este sentido, Psaki volvió a insistir en que el nuevo gobierno marcará su propio camino en sus relaciones con Washington, siempre, según dijo, en base a dos principios: «la democracia y los derechos humanos».
Biden anunció durante la campaña electoral que su intención era dar marcha atrás a política de Trump sobre Cuba y volver al status quo existente antes de que el republicano se instalara en la Casa Blanca. Sin embargo, por el momento no ha tomado ninguna decisión que afecte directamente a la isla, tal y como sí ha hecho con otros países de la región.