Hoy está cumpliendo 62 años de edad el popular actor cubano Bárbaro Marín, quien supo ganarse el respeto y el cariño de los cubanos con sus papeles en la pequeña pantalla, pero que luego también logró el éxito y demostró su talento en Colombia, protagonizando telenovelas y series que son recordadas por miles.
Desde que estudió en la escuela vocacional Vladimir Ilich Lenin de La Habana sintió la cosquilla del arte. Allí perteneció a un grupo humorístico, con el que hacia espectáculos en el teatro de la escuela.
«De ahí comencé a estudiar ingeniería mecánica para no separarme de mi mejor amigo, pero cuando llegué ahí y choqué contra la geometría descriptiva vi que eso no era lo mío, así que terminé primer año, dejé la carrera y comencé en el grupo de teatro Olga Alonso», comentó en una entrevista reciente ofrecida a la presentadora Paula Massola para La Familia Cubana TV.
Conocedor del triunfo, empezó en 1984 su carrera artística en el grupo de teatro aficionado «Olga Alonso», bajo la dirección de Humberto Rodríguez. Luego, en 1986 pasó al grupo de Teatro profesional «Arte Popular» dirigido por el dramaturgo y director teatral Eugenio Hernández Espinosa.
Las tablas le dieron sus primeros protagónicos, y sus actuaciones en obras como María Antonio, Andoba, Hamlet y Requiem por Yarini, son recordadas por miles de cubano que lo vieron actuar en el teatro en los años 80.
La entrega que pone en todo lo que enfrenta en su vida profesional lo hizo llegar a la televisión en 1986, logrando un papel coprotagónico en la telenovela Tren de Noviembre y luego al cine, con un personaje en 1987 en la película Asalto al Amanecer.
Aunque Cuba fue su escuela, Colombia fue se graduación como actor. A ese país se fue a vivir con la actriz Tahimí Alvariño, con quien por muchos años compartió una linda relación sentimental.
«Estoy muy amañado en Colombia (…) esa ciudad me acogió como un hijo», confesó hace un tiempo.
Por más de una década vivió en tierras colombianas y su rostro se convirtió en uno de los más conocidos por los televidentes de ese país.
Aunque se decidió por la actuación, su gran pasión es la música, la que dice que le gusta casi tanto una como a la otra.
«Yo vengo de una familia de músicos mi papá tocaba la trompeta y cantaba y yo desde pequeño aprendí la guitarra y he cantado con músicos amigos míos», reveló Bárbaro Marín, a quien muchos también recuerdan por su personaje como uno de los cantantes los Zafiros, en el filme Záfiros, locura azul.
Tiene tres hijos y normalmente celebra el fin de semana en familia. «Nos reunimos con la guitarra y la comida cubana. A veces por motivo de trabajo me toca ausentarme los llamo todos los días, porque para compartir con los hijos todos los días son especiales».
Desde hace poco más de un año regresó a vivir a Cuba, donde estuvo por más de una década alejado de la actuación, pero está decidido a retomar en la isla su carrera.