Hoy está cumpliendo 49 años de edad la que es sin dudas uno de los rostros más populares y hermosos dentro de la actuación en Cuba: Blanca Rosa Blanco; quien en sus incontables papeles se ha dejado ver lo mismo siendo villana que heroína. Mujeres con ambiciones, malicia, transgresoras o llamativas, lo cual la ha convertido en una de las actrices más notables en los últimos tiempos.
Nacida en La Habana en el año 1972, siempre supo que su vida se incluiría por el arte y así optó por estudiar en la Facultad de Artes Escénicas del Instituto Superior de Arte (ISA), de donde se graduó en el año 1995. Durante su etapa estudiantil tuvo el privilegio de participar en varios obras de teatro bajo la dirección de nombres tan reconocidos como Vicente Revuelta, José Antonio Rodríguez y Roberto Blanco.
En su repertorio de actuaciones podemos encontrar desde las más villanas hasta la más amorosa de las esposa, sin dejar pasar papeles como el de la oficial Mónica en la serie Tras la huella y su inolvidable papel de secretaria en la telenovela Salir de Noche. Todas con ambiciones, llamativas, transgresoras y con cierta malicia, pero siempre destacando por su entrega a la psicología, la sutileza y las contradicciones de del personaje.
Los que la conocen, saben que a pesar de su fama nada más alejado de ella que la actitud de diva, lo que ha logrado que conquiste el publico cubano por su belleza y su sencillez.
Según ha confesado en varias ocasiones, es una fiel amante de la literatura y disfruta mucho leer y hasta escribir cuentos. Otro de sus pasatiempos es disfrutar del buen cine, ya que se nutre de las buenas historias y de las acertadas interpretaciones y direcciones.
El teatro ha sido fundamental su formación como actriz, y la que la hicieron crecer más allá de las tablas. En la televisión se consagró y se dio a conocer en toda Cuba gracias a sus papeles en telenovelas, series policíacas, aventuras y presentaciones de festivales y eventos musicales.
El cine también ha contado con su talento y filmes como Páginas del diario de Mauricio, El premio flaco, Habanastation, Juan de los muertos y La película de Ana han llevado su bello rostro a la gran pantalla.
Hace tres años emprendió un nuevo reto en su carrera, al tomar la dirección del filme El regreso, un thriller policial que se convirtió en su ópera prima y la llevó a ser la cuarta mujer que dirige en Cuba un largometraje de ficción, del cual además fue protagonista.
Hay quien se atreve a decir que es la imagen de Cuba en las recientes producciones de la pantalla grande y otros espacios cinematográficos. Algunos van más allí y ya la bautizan como “el nuevo rostro” del cine cubano.
Cuando le preguntan a Blanca Rosa Blanco que opina sobre esto, entre su sencillez declara: “Esos llamados rostros del cine cubano han sido iconos, y si hay otra generación y yo soy parte de ella, me siento en deuda. Si ahora puedo estar ahí fue porque existieron ellos y ojalá algún día me vean como parte de esa historia”.
“Conozco a muchos actores que podrían unirnos y aprender a trabajar en un sistema como el de Holywood, por ejemplo, a pesar de parecer desconocido. Si algún día me dan la oportunidad seguro la tome. Estoy segura que la aprovecharía muy bien”, comentó en una ocasión.
Para la bella Blanca Rosa Blanca, el amor es una especie de momento feliz, aunque reconoce que ama muchísimas cosas.
“Amo estar viva, el ser madre, la posibilidad de ser hija, amo a las personas que me quiere y me respeta y por sobre todas las cosas amo estar aquí para ustedes”.
A pesar de su buena racha, no se ha salvado de malos momentos, la muerte de su padre, la vejez de sus abuelos, la partida de su hermana mayor y sus hijos a España, separaciones que han sido inevitables y además dolorosas. En la actualidad mira en la distancia cada suceso de su vida y se aferra a seguir de la mano de los que están con ella, su hijo, su madre, su hermano, su pareja.