INCREIBLE!! Gobierno cubano regula por ley que la población no pueda sacar licencia para construir naves espaciales por cuenta propia

Julio César

INCREIBLE!! Gobierno cubano regula por ley que la población no pueda sacar licencia para construir naves espaciales por cuenta propia

Cuba es el país de los increíbles y de vez en cuando termina sorprendiendo más aún de lo normal. Así lo deja claro la nueva ley que regula el cuentapropismo en Cuba, pues aunque a usted le parezca mentira, el Gobierno acaba de regular por decreto que la población no pueda solicitar una licencia de cuentapropista para fabricar naves espaciales…

Pues si, dentro de las 124 profesiones y actividades que quedan vetadas para ejercer dentro de Cuba por particulares se encuentra la de “fabricación de aeronaves y naves espaciales”, en el número 24 de lista publicada por el Clasificador Nacional de Actividades Económicas (nombre rimbombante dado por el Gobierno a la entidad que se encargar de regular que trabajos se permiten y cuales no a los cuentapropistas).

Por absurdo que parezca, y mucha risa que cause, así esta clarito dentro el listado publicado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), pues al parecer las autoridades temen que algún listo aproveche la libertad de ejercer el cuentapropismo en más de 2000 actividades para ponerse a fabricar naves espaciales y que entonces se ponga luego a venderlas y las personas a emigrar ilegalmente a Marte o Júpiter (quizás allí no existan las colas y la escasez que viven los cubanos).

Lo de prohibir la fabricación de naves espaciales viene aparejado con regulaciones más terrenales, pero igualmente de absurdas, como vetar la posibilidad de que los cubanos posean concesionarios de automóviles, puedan publicar libros, ejercer como arquitectos por cuenta propia, poseer bibliotecas privadas o gestionar un siempre espacio donde exponer obras de arte sin control del Estado.

La lista, publicada el miércoles y calificada como provisional, contiene 124 actividades que quedarían prohibidas a la empresa privada. Esta mantendrá a los sectores más poderosos y productivos bajo el dominio del Estado, incluidos aquellos que emplean a muchos de los profesionales más educados y capacitados, como la medicina y la atención sanitaria, la educación, las comunicaciones y los oficios relacionados a la construcción como la arquitectura y la ingeniería.