El senador cubanoamericano Marco Rubio dijo en una entrevista ofrecida en el programa «Ahora con Oscar Haza», del canal miamense Mega TV, que espera «lo peor» si el presidente electo Joe Biden retoma la agenda política de Barack Obama hacia Cuba.
“Yo creo que ojalá que no sea así, pero espero lo peor. Yo espero que Joe Biden va a tratar de volver la política norteamericana hacia la política de lo que era de Obama. Y por eso es que yo no quería que [Biden] ganara y quería que Donald Trump ganara», comentó el legislador de Forida.
Para Rubio, todas las papeletas indican que Biden van a revertir la política de sanciones de la Administración Trump hacia Cuba y que iniciará negociaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
El senador republicano por la Florida lamentó el resultado de la elección presidencial que dio el triunfo a los demócratas.
«Desafortunadamente ese es el resultado de esta elección -ganamos la Florida, pero no ganamos a nivel nacional. Si tuviéramos la mayoría en el Senado, tuviéramos el poder de bloquear a las personas que Biden va a nombrar. Pero hemos perdido eso porque tenemos esta tendencia de pelearnos entre nosotros, y el que gana es el demócrata y la izquierda”, dijo.
Biden prometió antes de ganar las elecciones del pasado noviembre que eliminaría las restricciones de remesas y viajes impuestas por Trump, asegurando que estas «perjudican al pueblo cubano y mantiene a las familias separadas».
La perspectiva de una distensión entre Washington y La Habana reaviva los recuerdos del deshielo que Biden ayudó a defender durante la administración de Obama, cuando las dos naciones restablecieron los lazos diplomáticos que se habían roto durante décadas.
Pero el presidente electo está volviendo a una escena aún más desordenada: la economía cubana está sufriendo su peor crisis desde el colapso de la Unión Soviética, en medio de las consecuencias del COVID-19 y las sanciones de EU. Al mismo tiempo, funcionarios de inteligencia cubanos han ayudado a apuntalar a Nicolás Maduro en Venezuela, lo que permite consolidar su control sobre el poder, desafiando las demandas de elecciones libres y justas.
Con una agenda interna abarrotada, no está claro qué tan rápido avanzará Biden en la implementación de su política hacia Cuba. Incluso si algunos cambios ocurren temprano, el confinamiento continuo por el nuevo coronavirus podría retrasar los beneficios de cualquier medida que permita más viajes a la isla.
Tampoco está claro si Biden aumentará la dotación de personal en la embajada de Estados Unidos en La Habana. El Gobierno de Trump redujo las operaciones diplomáticas después de extrañas enfermedades, incluido un trauma cerebral, que afectaron a algunos diplomáticos estadounidenses y sus familias.