Marco Rubio, senador cubanoamericano y republicano de la Florida, expresó: “Tenemos que redescubrir esto otra vez. América no es nuestro gobierno. América es nuestra familia. América no es nuestro presidente. América es fe en el poder de Dios. América no es nuestro congreso. Son nuestras comunidades”.
Rubio fue rotundo al afirmar desde su perfil de Twitter que el proceso eleccionario de 2020 se llegó a cerrar como el protocolo lo indica.
Aseguró que Joe Biden fue elegido justa y oficialmente como el nuevo presidente de los Estados Unidos y que no hay más que decir, por lo que cerró con el deseo de la bendición de Dios para el país y para el nuevo mandatario.
Luego Rubio agregó: “Hoy es uno de nuestros días más tristes. Pero empezando hoy mismo, tenemos la opción de pasar la página, regresar a nuestra golpeada capital, hacer nuestro trabajo y una vez más hacer la transición de una administración a otra”.
Mario Díaz-Balart, congresista también cubanoamericano, republicano y de la Florida, tildó por Twitter a la violenta toma de control del Capitolio por partidarios del trumpismo como un «acto barbárico y una agresión pura e inaceptable contra los más propios valores estadounidenses».
Este congresista expresó abiertamente su deseo porque los individuos que fueron más violentos e irrespetuosos contra las autoridades y contra los principios de la nación, enfrenten las más austeras consecuencias legales.
En declaraciones previas sobre las elecciones y el proceso legal póstumo a dichas, aceptó la victoria demócrata.
También aclaró que las dudas y las acusaciones sobre la veracidad del procedimiento electoral no lograrán nada, como tampoco lo hicieron en las situaciones similares dadas en los años 2000, 2004 y 2016.
No obstante, Díaz-Balart expresó su preocupación sobre los múltiples reportes de irregularidades y violaciones constitucionales en los estados de Georgia, Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Arizona.
Dijo que la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a escuchar el caso.
Bob Menéndez, senador cubanoamericano y demócrata de New Jersey, fue tanjante en su acusación de incitar dichos actos violentos contra Donald Trump.
Se mostró inamovible en su criterio de que las acciones sediciosas, y no patrióticas, se dieron única y exclusivamente a raíz de sus comunicados de odio y de rebeldía contra la democracia, por lo que debería cargar con la culpa legal.
No es para nadie desconocido que Donald Trump estuvo incitando durante meses previos a las elecciones a manifestaciones de anarquía por parte de sus seguidores, alimentados por desinformación y manipulación de los hechos.
Menéndez calificó al día 6 de enero del 2021, día de la toma del Capitolio, como un «día oscuro»; pero se alegró porque, justo como había previsto, el Congreso certificó finalmente a Biden y a Kamala Harris como el equipo que liderará al país durante los próximos 4 años.
Albio Sires, otro congresista cubanoamericano y demócrata, también condenó dicho acto. Dijo que «insurrectos» fueron los que mancillaron el «símbolo de la democracia estadounidense».
Pidió también que Trump corriera con la responsabilidad legal de promover y, básicamente, ordenar dichas manifestaciones vandálicas.
Joe Biden prestará juramento como el Presidente 46 de los Estados Unidos de América el 20 de enero de este año.