Ahora los artículos textiles y de calzado en Cuba solo se pueden comprar en tiendas en Moneda Libremente Convertible, las que experimentan un severísimo desabastecimiento.
Esta situación ha forzado a la población a recurrir a alternativas mucho más costosas como las ofertas que aparecen en el mercado informal, donde una sola muda de ropa y un par de zapatos para cada miembro de una familia pequeña se redondean en unos 10 mil CUP.
Una camagüeyana con dos hijos, Yadisley Rodríguez, declaró que para ella era rotundamente imposible adquirir nueva vestimenta para su familia, y es que, además de caros, los artículos en el mercado negro se agotan con mucha rapidez.
Afirmó que estaba apostando por la compra directa a personas que se dedican a importar bienes de otros países y que lograron traer algo luego de la reapertura de los aeropuertos cubanos para vuelos comerciales.
Sin embargo, y por supuesto, los precios ya se muestran en CUP y las cifras asustan: 2 mil pesos por un pantalón o por un par de zapatos, por ejemplo.
Su núcleo familiar está compuesto por 4 miembros; lo dejo ahí…
Rodríguez aseguró que muchas personas que no cuentan con tanta cantidad de dinero, tratan de pagar a plazos, pero los vendedores ya no confían en nadie.
La realidad se exhibe violenta en los próximos meses para los cubanos, incluso más que en el último año, y es que las posibilidades de trabajar y ganar suficiente dinero para afrontar los nuevos precios son cada vez menores; ya no existen muchos trabajos que puedan prometer un salario sobrado con respecto a la nueva situación económica, y mucho menos uno exorbitante.
Según Yadisley, al Gobierno cubano no le importa si el pueblo se ve envuelto en una extrema pobreza, una que los fuerce a la hambruna o a lucir míseros.
Muchos cubanos que ya se dedicaban desde años anteriores a traer artículos a Cuba con la intención de revenderlos en el mercado informal, lograron hacer uno o dos viajes luego de la reapertura de los aeropuertos y se encuentran ofertando los productos a altísimos valores.
El activista granmense Roberto Rodríguez declaró que nadie en Bayamo recae en las tiendas estatales para la adquisición de ropa, pues siempre están vacías.
Antes surtían algunas modas que no gustaban, además de ser caras y de mala calidad.
Para Rodríguez también es un reto poder vestir decentemente a sus tres hijos, y es que los precios de los particulares son inalcanzables.
Se prevé que disminuya aún más la oferta de bienes textiles y calzado entre los particulares gracias a las medidas del gobierno de reducir bruscamente el número de vuelos comerciales que Cuba recibe, con el fin de la prevención sanitaria por el virus de la COVID-19, y también restringir los viajes hacia los países de concurrencia de cubanos con dicho propósito.