Esta semana Diego Armando Maradona volvió a ser tema de conversación por cuenta de una revelación que hizo Mauricio D’Alessandro, representante legal de Matías Morla, quien fue el abogado e íntimo amigo del ’10’. D’Alessandro recordó recientemente que Fidel Castro le había regalado una casa enorme a la estrella argentina en uno de los mejores barrios de La Habana
Ahora que la familia y el entorno de Maradona continúan su puja en torno a la herencia del campeón del mundo en 1986, la curiosa historia de cómo fue que el líder cubano le entregó esa propiedad al exfutbolista no pasó desapercibida.
Los detalles en torno al generoso detalle que tuvo Castro con Maradona fueron revelados por el portal Infobae, que conoció que la única condición que le puso el exmandatario cubano a su amigo fue que no tocara la fachada de la residencia. El ’10’ cumplió su palabra y no realizó cambios estructurales en la casa, en la que pintó varias paredes con frases motivacionales o figuras que le interesaban.
En el año 2000, luego de que Maradona iniciara en ese país su rehabilitación por la adicción que tenía a las drogas, Castro le preguntó al ‘Pelusa’ si le faltaba algo para estar mejor. De acuerdo con ese medio de comunicación, el zurdo le manifestó al exmandatario cubano que deseaba una casa para estar tranquilo todo el tiempo que quisiera y gozar de quietud.
Castro le cumplió el ‘capricho’ a Maradona, tanto así que permitió que el ’10’ tuviera autonomía para permitir que amigos suyos o quien quisiera se hospedaran allí así él no estuviera.
Sin embargo, lo llamativo de todo esto es que ahora el Gobierno cubano ha dejado claro que esa vivienda no puede ser vendida ni heredada por los hijos de Maradona, alegando que Fidel Castro se la había cedido en nombre del Estado cubano para «su usufructo en vida».
En Cuba, Maradona tendría cuatro hijos no reconocidos y uno de ellos habría llamado a uno de los hijos de Fidel Castro para reclamar la casa que había recibido su padre durante el tiempo en el que decidió rehabilitarse en la isla.
Para D’Alessandro, esta casa puede alcanzar el valor de los 3 millones de dólares y tendría varios tesoros guardados, pues allí se quedaron los objetos que consiguió durante su tiempo en Cuba.
“Esa propiedad estaba inmaculada tal cual la había dejado Diego con sus santuarios. Diego era bastante afecto a hacer santuarios, donde él vivía ponía las fotos de sus padres, velas… era bastante fetiche en ese aspecto, y hay una altillo con un montón de objetos que él fue acumulando en su estadía: cartas personales de líderes mundiales que le habían escrito, fotos de cada una de las visitas y objetos: camisetas, pelotas, trofeos… todo lo que él había acumulado en Cuba quedo ahí”, agregó.
Según el abogado, el lugar podría ser habilitado como un museo, aunque esto dependerá de la voluntad de los herederos y del propio Gobierno cubano.
Entre las pertenencias más valiosas se encontrarían “cartas que le mandó en su momento a Fidel Castro y una poesía de Maradona que él escribió una noche de gran tristeza”.