Fuertes rumores en la alta cúpula de poder en Cuba indican que el ex espía Gerardo Hernández Nordelo, actual coordinador nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), está siendo preparado para sustituir al presidente Miguel Díaz-Canel, cuando este cumpla sus dos periodos de mandato al frente de la nación caribeña.
Hace solo unas horas se conoció que será oficialmente nombrado este jueves como nuevo miembro del Consejo de Estado, máximo órgano rector del país, cuyo ascenso se hará efectivo tras una votación de puro trámite de los parlamentarios.
Curiosamente, o tal vez no, asumirá su nuevo puesto coincidiendo con el sexto aniversario de su liberación de una cárcel de Estados Unidos y su arribo a Cuba, el 17 de diciembre de 2014; fecha que también marcó el inicio del corto deshielo firmado por el presidente Barack Obama y Raúl Castro.
Según explicó el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo, Hernández ocupará la vacante del Consejo de Estado que deja Carlos Rafael Miranda, sustituido como jefe de los CDR el pasado septiembre, tras renunciar «por decisión propia», en un halo de acusaciones no oficiales de estar involucrado en una ola de violaciones de mujeres, que abarcaría a más de 70 cubanas de distintas edades.
Este nombramiento es un paso más en la escalada vertiginosa de Hernández dentro de las altas esferas políticas en Cuba, catapultado por su constante tratamiento de «héroe» en la prensa estatal.
Gerardo Hernández Nordelo fue el líder principal de la llamada Red Avispa, la red más grande de espías infiltrados en Estados Unidos que ha sido desactivada en las ultimas décadas. Llegó a Miami como agente ilegal en el año 1994, suplantando la identidad de Manuel Viramontes, un niño nacido y fallecido en Texas con solo 10 años de edad.
Fue acusado de conspiración para cometer asesinato por el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996, y condenado a dos cadenas perpetuas en el año 2001 ante un tribunal federal de Miami.
Tras su regreso a Cuba, fue declarado Héroe de la República de Cuba y comenzó a ganar poco a poco protagonismo dentro del acontecer político en el país.
En el años 2016 fue designado como vicerrector del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” (ISRI), una entidad cantera de diplomáticos y cuadros de la inteligencia cubana. Solo dos años después llega como diputado a la Asamblea Nacional del poder Popular y desde ese momento ha comenzado a ganar protagonismo dentro de las celebraciones políticas, actos públicos y campañas oficiales de propaganda.
Luego llegó la jefatura de los CDR, organización que ha tratado de revitalizar durante la pandemia con las llamadas brigadas anticoleros y acaparadores de productos.