Unos 44 migrantes cubanos que se encontraban detenidos por las autoridades de Las Bahamas, fueron deportados de vuelta a La Habana.
La compañía Bahamassair fue la encargada de transportar a los 40 hombres y 4 mujeres hasta Cuba, despegando poco después de las 9 de la mañana del miércoles. Medios bahamenses reportaron este suceso desde que los detenidos fueron extraídos del Centro de Detención de Carmichael Road. Estos informaron que las gestiones fueron hechas “de acuerdo con las directrices del ACNUR y en colaboración con las autoridades cubanas”.
El Departamento de Inmigración de Bahamas lanzó entonces el siguiente comunicado: “Esta escolta conjunta de la aplicación de la ley dirigida por Stephen Laroda, superintendente de inmigración, se efectuó a bordo de un vuelo chárter de Bahamasair con todos los protocolos COVID-19 del Ministerio de Salud estrictamente aplicados”.
Detalló: “La salud, el bienestar y la seguridad de nuestros agentes, las contrapartes de las fuerzas del orden y los migrantes siguen siendo la máxima prioridad en este entorno de COVID-19″. Agregó además que: «El Departamento de Migración agradece especialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores, al Ministerio de Salud ya la Embajada de Cuba por [su] habitual y total cooperación”.
Para concluir, establece: “Se recuerda al público que el Departamento está comprometido a ejecutar los mandatos de nuestra agencia mediante la coordinación eficaz de esfuerzos con otras agencias de aplicación de la ley y partes interesadas internacionales para garantizar el cumplimiento de las leyes estatutarias de nuestro país”.
Diez hombres y una mujer de este grupo ya llevaban varados en Bahamas y recluidos en un centro para inmigrantes unos nueve meses desde que fueron interceptados en Anguilla Cay, en su trayecto desde Caibarién, Villa Clara, hasta Estados Unidos.
Según autoridades diplomáticas cubanas en Bahamas, la deportación se seguía retrasando a causa del cierre de las fronteras cubanas por la crisis sanitaria del COVID-19. Es conocido que Bahamas y Cuba mantienen un acuerdo de repatriación desde hace más de 20 años, por lo que los cubanos que llegan a costas bahamenses se enfrentan a una deportación inevitable.
Durante el año fiscal de 2019, 454 cubanos (en total) fueron interrumpidos y detenidos por autoridades estadounidenses en su riesgosa travesía por mar para llegar a ese suelo, hecho inexplicable dada la derogación de la política de “pies secos, pies mojados” en 2017. Esta medida fue establecida por el mandato de Bill Clinton como parte de la Ley de Ajuste Cubano, con la que cualquier cubano que tocara tierra norteamericana, tenía el derecho de quedarse y optar por la residencia legal en breve tiempo.