Este diciembre de 2020 sigue sufriendo pérdidas, por un motivo u otro. Esta vez fue en Italia, luego de encontrarse agonizando durante días a causa de ser atropellado en la comunidad Frattocchie, el joven cubano Alex Carella falleció.
Alex, quien los medios locales califican como una persona gentil y agradable, era muy conocido en la zona y muy querido por las personas.
Fue atropellado una tarde húmeda de diciembre, hace cuatro días, por un automóvil conducido por otro joven de unos veinte años, en Santa Maria delle Mole. Una desgracia dolorosa, una distracción en una dinámica aún no clara, en un punto poco iluminado, describe el medio digital Noi Cambiamo. «Fue trasladado a la sala de emergencias del hospital Tor Vergata en Roma, con código rojo para heridos graves y politraumatizados», indica el citado medio.
El reporte aclara que Alex se encontraba en camino a sus actividades de voluntariado con el fin de ayudar en lo posible a otros niños y jóvenes necesitados de la comunidad.
El medio también incluye la declaración de un amigo cercano sobre su desempeño al comenzar el contagio de COVID-19 en Frattocchie: «Me dijo Marco, ¿puedo yo también ayudar a los niños más pequeños?. Ya no podrá hacerlo. Una vida rota, la muerte de un joven que no tenía ni veinte años. Una injusticia».
Carella era hijo de una cubana y un italiano. Para despedirlo, su madre, Bábara Elizabeth, colocó en redes sociales una foto del muchacho cuando se encontraba en La Habana, junto al mensaje: «Descansa en paz mi pequeño gigante, mamá te amará en eterno».
Alex, según la nota del periódico digital, tenía pensado ser estilista profesional y era una persona comprometida y empática: «Esperamos, oramos, junto con tu mamá, con tu familia. Ahora estamos muy tristes, te extrañaremos mucho y la idea de no volver a verte ni por un simple saludo nos duele inmensamente.