Autoridades locales de Islas Caimán confirmaron que doce migrantes cubanos a bordo de una balsa improvisada llegaron el domingo 6 de diciembre a Pequeño Caimán.
Todos se encontraron en buen estado de salud y fueron transportados a una instalación de cuarentena estatal, según información oficial del comunicado del lunes del Control de Aduanas y Fronteras de las Islas Caimán (CBC).
Diez hombres y dos mujeres iban a bordo del bote, propulsado por velas. Uno de ellos dijo haber estado antes en las Islas Caimán (en 2016).
Los cubanos alegaron que habían estado en el mar durante unos cinco días. Fueron llevados a Cayman Brac. Allí se les hizo una prueba de COVID-19 y, luego, se les puso en cuarentena obligatoria dentro de otra instalación gubernamental.
Las constantes emigraciones (improvisadas o no) desde Cuba continúan, ahora que la mayor de las Antillas vive un período de recrudecimiento exponencial de la crisis económica.
El lunes 30 de noviembre arribaron en horas de la mañana a los Cayos de la Florida otros balseros cubanos. Tocaron tierra en Grassy Key, ubicado al norte de la ciudad de Marathon. Es muy probable que este grupo de seis personas sea íntegramente repatriado.
A los cubanos que tocaban suelo norteamericano hasta 2017, se les permitía permanecer en el país y al cabo de un año, podían pedir la residencia permanente. Eran devueltos a la isla los que eran interceptados en el mar.
El gobierno de Obama puso fin a ese protocolo, el llamado “pies secos, pies mojados”, cuando se restablecieron las relaciones diplomáticas con el gobierno cubano.
Han sido frecuentes estas salidas ilegales de la isla de Cuba por vía marítima en el último año, en comparación con el panorama migratorio del último quinquenio. Estas podrían constituir parte de una nueva etapa de crítica situación migratoria, lo que en Cuba se conoce como ‘crisis de los balseros’.