Con el peligro inminente del huracán Eta acechando las costas de la Florida, 18 personas salieron de Cuba en una balsa el pasado 9 de noviembre.
En el grupo figuraban Jhonni y Lázaro Mirabal. El hermano de uno de los balseros, hasta el momento en paradero desconocido, Gil Mirabal, describe el proceso gracias al cual sustrajeron el bote para encaminarse hacia Estados Unidos: robaron la embarcación de un embarcadero que se llama Inder, en la ciudad de Cárdenas, en la provincia de Matanzas, sobre las 2:00 de la mañana. Ellos aparentemente estaban bajo la influencia del alcohol.
Han llegado algunos cubanos para Bahamas, – comenta Ismary Torriente, pariente de uno de los desaparecidos – pero de ellos nada. Entonces, se sigue prolongando su desaparición, mi tía está desesperada, no come, no duerme. De la misma familia, Destiney Torriente dice: estamos necesitando noticias, no sabemos nada. Llamé a Bahamas para información, y no me han respondido. Llamé al departamento de inmigración de Estados Unidos, tampoco y la familia está desesperada.
Los 18 jóvenes que se embarcaron, todos con edades oscilantes entre los 18 y 25 años, se sumieron en el viaje cargando comida enlatada, abundante agua potable y el combustible necesario para cruzar las 90 millas en dos días, según el plan que comentan sus familiares. Mes después y todavía nada se sabe de los muchachos.
“Por favor, que nos ayuden a encontrarlos, donde quiera que estén”, ruega Ismary Torriente al encontrarse en la difícil situación de no saber ni qué pensar. Dada la falta de novedades que se acrecienta con cada día que pasa, la parentela hizo el llamado de atención a las autoridades de Bahamas, Cuba y Estados Unidos.
Algunos dicen que ellos están con la guardia costera americana, algunos dicen que todavía están en Cuba, que están encarcelados en Cuba, algunos dice que están en Las Bahamas, así dicen encontrarse las familias de los jóvenes.