El Gobierno cubano acusó directamente a la administración del presidente estadounidense Donald Trump de estar detrás del “montaje” de lo que ellos han descrito como una “provocación”, cuando un grupo de artistas se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Cultura este ultimo fin de semana en La Habana.
“Estas personas son producto de la actividad subversiva de los Estados Unidos”, aseguró en la noche de ayer el director de Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, en una entrevista que fue transmitida por la televisión estatal. “Están recibiendo instrucciones de Estados Unidos, algunos de ellos reciben financiamiento y orientaciones”, agregó.
Fernández de Cossío dijo el que sábado por la noche fue convocado el diplomático estadounidense en Cuba para presentarle una queja formal al Departamento de Estado.
La televisión mostró imágenes del encargado de negocios estadounidense, Timothy Zúñiga-Brown, tratando de rebasar el control policial que se instaló en la esquina de la sede del Movimiento San Isidro, un pequeño grupo de artistas independientes que se atrincheró allí demandando inicialmente la liberación de un rapero que fue encarcelado por insultar a un policía, pero que luego fue sumando consignas más sociales y políticas.
Luego de que los activistas del Movimiento San Isidro fueran desalojados el jueves por la noche, decenas de jóvenes creadores de diversas corrientes de pensamiento -algunas alejadas de la posiciones de San Isidro- se concentraron frente a la dependencia oficial hasta que fueron recibidos por funcionarios.
El reclamo de los participantes de la manifestación, que involucró a artistas reconocidos como el director Fernando Pérez o el actor Jorge Perrugorría, pasó del reclamo del Movimiento San Isidro a la exigencia a las autoridades su mayor tolerancia con el arte independiente.
Pero las autoridades, que los recibieron y se comprometieron al diálogo, acusaron al Movimiento San Isidro de haber sido parte de una provocación de Estados Unidos, “orquestada por la administración de Trump”.
“Esta fue la tercera visita que él (Zúñiga-Brown) realiza al barrio de San Isidro, cuando su embajada y él conocía que se estaba produciendo ahí una provocación política por parte de un grupo de individuos”, dijo Fernández de Cossío.
En las imágenes se ve al diplomático cuando baja de su automóvil oficial y trata de llegar a la sede del grupo, es interceptado por el cordón de seguridad que se había instalado allí por parte de las autoridades y ante la negativa se instala en una esquina desde donde toma fotos.
Un tuit publicado en la página de la embajada de Estados Unidos en Cuba la semana pasada dijo que era “indignante” que no se dejara al encargado de negocios visitar al Movimiento San Isidro, pero no se especificó que Zúñiga-Brown había tratado de entrar.