Ante el criterio (recurrente por parte del Gobierno cubano) de que todo aquel que tiene una “opinión diferente” en la isla es disidente o trabaja para movimientos anticubanos en Estados Unidos, el actor cubano Erdwin Fernández expresa por redes sociales su indignación (la misma que comparte, en especial, gran parte de la juventud cubana).
¿Acaso el cubano no tiene derecho a pensar y a razonar por sí mismo? Entre otras afirmaciones, escribió en Facebook este domingo: “Es la peor ofensa que he escuchado”. El actor calificó de “maravillosa culpa” el pensar distinto y alentó a “no pensar como manada”.
Lamentablemente, no es solo el Gobierno cubano el que alienta a este pensamiento, sino también nuestros padres y nuestros abuelos, quienes fueron “domados” e instruidos para razonar de esa manera y ya no son capaces de comprender cómo una persona puede permanecer indiferente a la política (porque no le interesa) y no identificarse oficialmente con “un lado o con otro”, sino estar de acuerdo con aspectos de ambos y ser críticos también con ambos.
“Creer que casi 12 millones de personas tienen que pensar igual es absurdo”. Insistió entonces en afirmar que la creencia de que cualquier cubano que opine diferente está pagado por un gobierno extranjero es “faltarle el respeto”.
Concluyó con una alusión a una de las rimas más famosas de los Versos Sencillos: “Yo soy un hombre sincero….”
El actor abogó, en una publicación previa hecha mientras ocurrían las protestas frente al Ministerio de Cultura el pasado viernes 27 de noviembre, por la necesidad que tiene el gobierno de la isla de “abrirse al diálogo, escuchar, conversar, a la libertad de pensamiento y expresión, y al amor entre los cubanos”. Invitó también a no permitir la violencia y la intolerancia y defender el respeto a la opinión ajena y diferente.
“Pensar diferente y el derecho a la libre expresión de forma respetuosa no te hace enemigo”, concluyó entonces.