Joe Biden ha prometido descongelar las relaciones con Cuba, pero los expertos en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba aseguran que los cubanoamericanos que quieren que Washington reprima el Gobierno de la mayor de las Antillas obstaculizarán los esfuerzos del presidente electo para que se retomen las mismas medidas que existían durante el mandato de Barack Obama.
Ganar los corazones y las mentes de los cubanoamericanos es vital para que Biden recupere el importante «estado decisivo» de Florida en las próximas elecciones presidenciales, dicen los analistas. Los inmigrantes cubanos forman una parte significativa del electorado en el Estado del Sol.
Sin embargo, los analistas están seguros de que Biden abrirá los viajes, permitiendo que los vuelos y cruceros transporten personas entre los dos países. También puede eliminar las restricciones que impiden que los inmigrantes cubanos envíen dinero a sus familiares en la Isla.
Pero los empresarios estadounidenses que esperan explorar el mercado cubano tendrán que esperar años para ver un cambio, pues muchos expertos creen que las autoridades cubanas han continuado violando derechos humanos fundamentales y no respondieron positivamente al alcance diplomático de Obama.
Mientras tanto, Biden nominó a Alejandro Mayorkas, un abogado cubano que emigró tras el triunfo de la Revolución junto a sus padres, para que se desempeñe como Secretario de Seguridad Nacional. Mayorkas ya se desempeñó como director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) bajo el presidente Barack Obama.
En un mensaje que tuiteó luego del anuncio, Mayorkas dio pistas sobre sus posibles planes para abrir Estados Unidos a los cubanos: “Fui nominado para ser el Secretario del DHS y supervisar la protección de todos los estadounidenses y aquellos que huyen de la persecución en busca de una vida mejor para ellos y sus seres queridos”.
Obama había mejorado la relación con Cuba, estableciendo una embajada de Estados Unidos en La Habana y permitiendo a los bancos estadounidenses acceder al sistema financiero cubano. Incluso se había ofrecido a ayudar a la isla a construir su infraestructura de TIC. Sin embargo, el presidente Donald Trump volvió a imponer todas las barreras, excluyendo efectivamente a los estadounidenses de Cuba.