El Juego de las Estrellas de la Serie Nacional de Béisbol estaba previsto celebrarse en Santiago de Cuba, pero debido a las inclemencias del tiempo por el paso del ciclón Eta, tuvo que ser suspendido.
No obstante, la verdadera tormenta estaba muy lejos de tener que ver con fuertes vientos o copiosas precipitaciones, sino con el homenaje a rendirse a los mejores peloteros santiagueros de los últimos sesenta años.
Una vez más se quedaba fuera el “Capitán de Capitanes”, Antonio Pacheco, a quien las autoridades deportivas cubanas no le perdonan que luego de haberlo dado todo en el terreno durante años, defendiendo la selección de su provincia y el equipo Cuba, haya tomado la decisión de emigrar a Estados Unidos para intentar buscar un futuro mejor.
Encima del dugout de primera base del estadio Guillermón Moncada fueron colocados los números de los peloteros santiagueros más emblemáticos en la historia de las Series Nacionales. No obstante, el número 6, el de Pacheco, brillaba por su ausencia.
“La amnesia está matando a la pelota nacional”, expresó el periodista Michel Contreras, quien enarboló la frase Number Six Matters. A su vez, el destacado fotógrafo deportivo del diario Granma, Ricardo López Hevia, hizo un llamado a una campaña “para que Antonio Pacheco no siga siendo ninguneado en el estadio de sus amores. Que pongan su número arriba del dugout de Santiago”.
Antonio Pacheco es el único pelotero en integrar las selecciones nacionales cubanas en todas las modalidades., desde la categoría infantil, hasta las mayores.
Pacheco, luego de más de dos décadas participando en series Nacionales con su equipo de Santiago de Cuba, emigra a Estados Unidos en 2014 y comienza a trabajar como instructor en las Ligas Menores de los Yankees de Nueva York.
Desde ese entonces, las autoridades deportivas han intentado borrarlo de la historia y le han negado su entrada al Salón de la Fama del béisbol en la Isla.