Ha pasado ya un año y un mes desde que la revista ¡HOLA! publicase las primeras imágenes de la nueva vida de Alejandro Sanz junto a Rachel Valdés. La pareja dio un paso más instalándose en Madrid para formar parte de sus respectivas rutinas y compartir su día a día, del que apenas daban detalles. Y es que ambos optaron por vivir esta primera etapa de su relación en la más estricta intimidad, ajenos por completo al foco mediático.
Sin embargo, con el paso de los meses poco a poco han ido mostrando su amor con naturalidad tanto en actos públicos como en redes sociales, donde precisamente ella ha mostrado ahora un apasionado momento de los dos. «Un beso en Madrid», ha puesto la artista plástica, haciendo de esta manera un simpático guiño al título de la nueva canción que ha lanzado el cantante a dúo con Tini Stoessel.
El tema que parece haber conquistado a Rachel Valdés a juzgar por el homenaje que acaba de hacer la cubana a esta canción en la que su pareja y la que fuera protagonista de la serie Violetta unen sus voces para poner la banda sonora a un amor pasado que se desarrolla en la capital.
La idea de formar equipo con la popular cantante argentina surgió durante las grabaciones de La Voz, programa en el que Alejandro Sanz ejerce como coach y Tini es su asesora. «Gracias, Alejandro. Nunca me voy a olvidar de este día, te quiero y te admiro desde lo más profundo», comentaba la cantante al publicarse el videoclip.
Rachel Valdés tiene su estudio en La Habana, pero ha montado otro en Madrid para seguir trabajando desde España, donde ahora pasa largas temporadas con su pareja. Además, aprovecha la oferta cultural de la capital para apoyar el trabajo de otros compañeros como Carlos Garaicoa, cuya última exposición, llamada Orden inconcluso, visitaba recientemente. También la hemos visto inspirarse en las propuestas de ARCO, la Feria de Arte Contemporáneo en la que ella misma expuso por primera vez en la última edición, celebrada en febrero.
La cubana que ha enamorado a Alejandro Sanz parece sentirse plena en nuestro país, donde le encanta conocer nuevos rincones como San Sebastián (estuvieron en septiembre durante el Festival de Cine), pero, sobre todo, disfrutar al lado de la familia de planes tan cotidianos como partidas de cartas o jornadas en plena naturaleza.
Al lado de Rachel ha encontrado la estabilidad y la última prueba del profundo amor que siente por ella es el tatuaje que se ha hecho del ojo de su pareja. Además, ahora podrá organizar planes tanto con ella como con sus hijos, a los que tiene muy cerca.