A solo horas de producirse el final de la contienda entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump en su carrera por la Casa Blanca, las ataques entre ambos para ganarse el voto de los cubanos en Florida se han centrado en acusarse el uno al otro de «socialista» al primero y de «dictador» al segundo de ellos.
Sin embargo, los cubanos que defienden la postura de Biden no creen que este sea socialista o comunista, y aseguran que simplemente se trata de «mentiras y manipulaciones» para confundir a los votantes.
La campaña de anuncios televisivos de Trump insiste en que su oponente posee una «agenda socialista». Incluso, en la noche de ayer el presidente estadounidense publicó en tuit en su cuenta oficial en la que acusó a Biden de ser una «marioneta probado por Castro».
Trump apostó por el apoyo de los cubanoamericanos y vaya que lo ha conseguido, pues la mayoría de las encuestas lo dan con un mayor nivel de aprobación entre esta comunidad, lo que significaría un freno a décadas de apoyo a los demócratas, especialmente entre los más jóvenes y los recién llegados de Cuba.
Sin embargo, y a pesar de esto, sigue siendo imposible pronosticar si será suficiente para entregar los 29 votos electorales de Florida a Trump con las encuestas mostrando una contienda muy reñida.
Los cubanoamericanos representan actualmente solo alrededor del cinco por ciento de los aproximadamente 14 millones de votantes elegibles del estado de Florida, y todo apunta a que el tradicional control político que tenían ha ido disminuyendo. Los representantes salidos de la comunidad cubana perdieron dos escaños en el Congreso del sur de Florida en 2018 y están en peligro de perder la carrera por la alcaldía del condado de Miami Dade, por primera vez desde 1996.
Los cubano-estadounidenses ahora representan solo la mitad de la población hispana en el condado de Miami Dade (989,000 de 1.8 millones) y las comunidades de América Central y de Sudamerica comienzan a emerger con fuerza.
Lo que es evidente es que la mayoría de los cubanoamericanos apoyan la dura política de Trump hacia Cuba, incluida la eliminación de la relajación de las restricciones de viaje durante la administración de Barack Obama, que incluyó la apertura de la isla a los cruceros de Estados Unidos.
Sin embargo, algunos exiliados cubanos dicen que están ofendidos por los ataques a Biden y la sugerencia de que apoyarlo es un voto por el comunismo cubano.