La cantante cubana Annia Linares está celebrando por estos días su medio siglo de carrera artística, por lo que no quiere dejar pasar por alto la fecha y está organizando un concierto para el próximo sábado 31 de octubre en Alfaro‘s, el popular centro nocturno de la Calle Ocho, en Miami.
A propósito, Annia ofreció hace una horas una entrevista al diario Nuevo Herald en la que aseguró que hasta ahora «jamás ha contemplado el retiro», pues vaticina que piensa «morir sobre el escenario».
Durante 50 años de carrera ha aprendido a estar preparada para ganar y perder, pero dice que en su caso casi siempre han sido ganancias y que ha lo largo de todo este tiempo ha vivido momentos inolvidables gracias a su profesión.
«He conocido personas maravillosas y, sobre todo, he contado con el cariño, el respeto y el aplauso de mi público”, expresó la cantante, quien dice que jamás imaginó que una fecha tan importante como esta para su carrera la celebraría en medio de una pandemia.
Annia confesó al citado medio que para incluir una canción en su repertorio es obligatorio que la sienta como suya y poder creerse desde el principio hasta el final la historia que cuenta como si le hubiese ocurrido a ella.
Dice que haber nacido dentro de una familia de actores y verlos trabajar duro toda la vida le permitió entender desde pequeña «todas las reglas del juego» en el mundo del espectáculo.
Cuando repasa su vida artística, la cantante se remonta a sus comienzos en la Escuela de Formación de Actores del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) y su debut simultáneo, como cantante y actriz, en los espacios Juntos por los 10 millones y Teatro ICRT, respectivamente.
Al referirse a los momentos que marcaron un antes y un después en su trabajo destacó el estreno de Un segundo lugar, de Pedro Pablo, que la convirtió en una de las cantantes más famosas de la Isla, y su participación como actriz en Deseo bajo los olmos, la tragedia de Eugene O’Neill, donde asumió el difícil personaje de Abbie Putnam en un montaje del Teatro Nacional de Cuba.
Otro momento que rescata se produjo en el Mambo Club de Miami, donde, recién llegada al exilio, en 1992, recibió la visita de Olga Guillot, quien no tuvo reparos en subir al escenario y cantar con ella Me contaron de ti.
Por ultimo, quiso agradecer al publico que la ha seguido fielmente durante los últimos 50 años: «A ellos no se les puede engañar. Yo soy real y no tengo doble cara. Saben que cuando me entrego es de verdad».