Hoy 4 de octubre miles de cubanos celebran a Orula, el gran Orisha de la adivinación y oráculo supremo de la religión Yoruba. Sincretizado con la figura católica de San Francisco de Asís –de ahí que se celebre en su misma día de conmemoración-, esta deidad africana tiene gran arraigo por su “vocación” de adivinar y describir cada acontecimiento de la vida mundana.
El revela el futuro a través del secreto de Ifá. Es así mismo un gran curador, quien ignore sus consejos puede sufrir los avatares producidos por Eshu.
Orula representa la sabiduría, la inteligencia, la picardía y la astucia que sobreponen al mal. Cuando Olodumare creó el Universo, Orula estaba ahí como testigo. Es por eso que el conoce el destino de todo lo que existe. Es por eso que se le llama el eleri-ipin ibikeji Olodumare (Testigo de toda la creación y el segundo al mando de Olodumare).
Orula se encuentra presente en el momento en los espíritus eligen su destino al encarnar a un individuo, conociendo así su principio y su fin, revelando a las personas su destino y permitiéndoles conocerlo y la posibilidad de cambiarlo.
Es un Orisha Mayor, que recibió de su hermano Changó un tablero mágico, construido con la madera de una ceiba y aprendió a interpretar el secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con los seres terrenales.
Orula forma una importante trinidad con Olofin y Oddúa (Oduduwá). Sólo aquellos elegidos por el pueden entrar a su culto a través de la “mano de Orula” (Awo Fa Ka) para los hombres e Iko Fá Fun, para las mujeres, quienes se las considera mujeres de Orula y reciben el nombre de Apetebí, siendo esta la consagración más importante que una mujer recibe en el culto de Orula. En el caso de los hombres pueden llegar si Orula así lo decide a ser sacerdotes, en cuyo caso reciben el nombre de Babalawo.
Tiene el conocimiento de las cosas secretas del ser humano y la naturaleza, así como el conocimiento acumulado sobre la historia de la humanidad. En el plano humano representa las espiritualidades de todos los Awó ni Orula difuntos.
Es el Orisha rector e intérprete de los Oddun del oráculo de Ifá. No se asienta en la cabeza y sólo se comunica a través de su oráculo. Goza del privilegio de conocer el principio y origen de todas las cosas, incluidos los Oshas y Orishas. Permite que el hombre conozca su futuro e influya sobre él.
Está presente en el momento en que el espíritu que va a encarnar a un individuo está eligiendo su destino. Representa la seguridad, el apoyo y el consuelo ante la incertidumbre de la vida. Con su ayuda todo es posible. Sus sacerdotes pudieran ser los mejores organizados, los más místicos y más sabios.
El sacerdocio del Orisha Orula existe en el mismo concepto en que puede existir el sacerdocio a otros Oshas y Orishas con la diferencia de que es exclusivo para hombres y dentro de éstos para personas que no caen en trance. Las mujeres pueden llegar hasta la consagración de Iko fa fún ni Orula y tienen el privilegio de ser escuchadas con más acierto que a los hombres; las mujeres que son Apetebí Ayafá son las verdaderas dueñas del fundamento de Ifá del sacerdote al cual asisten. Sus sacerdotes no pueden montarse, ni tirar caracoles.