El café cubano es el centro del universo entre los pobladores de Miami, pero no ese café con leche sin grasa y con sirope por encima.
El batir varias gotas de un café recién colado con algunas cucharadas de azúcar hasta conformar una pasta para luego agregagarle el resto del café es lo que lo convierte en una bebida autóctona, dulce y fuerte.
Si usted está de paso por Miami de seguro ya habrá “descubierto” la pasión de los lugareños por la populares ventanitas, esas que suelen encontrarse en los lugares menos pensados desde donde le batirán una taza de café fuerte y lo tratarán con una dulzura como si estuviese en su propia casa.
Entre los locales es común ordenar alguna de las cuatro variaciones que se ofrecen en las nombradas “ventanitas” así que para no ser mirado de una manera extraña hoy les compartimos las posibles opciones:
Cafecito
Si usted pide “un cafecito” le pondrán una taza sobre un plato muy pequeño que parece ser sacado de una casa de muñecas. Aunque pueda parecer un poco pequeña la cantidad, esa onza y media de café cubano le proporcionará la energía suficiente para empezar su día.
Colada
Si llega a pedir “una colada” le servirán un vaso de styrofoam con café cubano caliente y dulce para llevar. Quizás se sienta tentado a tomarlo como si fuera un expreso,no lo haga, se va a quemar de seguro.
Cortadito
Para la mayoría de los clientes, es demasiado tomarse ese café negro cubano y más si se tiene el estómago vacío. Por eso, lo más recomendado es solicitar un cortadito — lo cual significa que la cantidad de café en la taza se “corta” con un poco de leche.
También puede solicitar que le corte el café con leche evaporada, lo cual es una opción muy recomendada para terminar una comida en vez de decantarse por un postre.
Café con leche
Una mañana en Miami no inicia del todo hasta que no se ha degustado un delicioso café con leche. Nada como amanecer con una taza de leche caliente con café, oscurito o claro, eso es decisión de cada cual según la cantidad de café que quiera, y para los que no le gusta tocar los extremos con tan solo decir mediano ya tendrán por parte de la encargada de la ventanita un perfecto balance de sabor.
