La actriz de cine y modelo cubanoamericana Cameron Díaz, quien se catapultó a lo alto de la fama en la década de 1990 por sus papeles en películas como La Máscara, La boda de mi mejor amigo y There’s Something About Mary, es descendiente de cubanos y siente una gran atracción por el arroz con frijoles.
Sus abuelos de ascendencia española se asentaron en Cuba antes de irse a radicar en Tampa. Su padre, nacido en California, trabajo durante casi 20 años en el departamento de oleductos de la compañía UNOCAL y allí conoció a la madre de Cameron, Billie Early, quien se desempeñaba en el área de importaciones y exportaciones.
De acuerdo a las declaraciones de la actriz durante una entrevista hace unos años, en su casa nunca se habló español. Las únicas palabras en castellanos eran los nombres de los platos que preparaba la abuela: ropa vieja, papas fritas, frijoles negros, cerdo asado y arroz con pollo.
“Hay días en los que se me antoja comer arroz, frijoles negros, arroz y un bistec con cebolla asada o una ensalada con aguacate”, confesó Cameron luego de regresar de un viaje a Cuba.
“Fui por dos días para conocer de dónde vengo. Quería ver cómo es. Fue muy interesante ir y darme cuenta cómo es la gente. Sentí que debía haber conocido a mi familia allá. Como mi abuelo había uno solo. Con él rompieron el molde”, contó Díaz, quien se encuentra muy orgullosa de sus raíces cubanas y se declara una amante de los platos tradicionales de la Isla.
En una ocasión, la actriz confesó que su sentido del humor estaba muy ligado a sus orígenes y aseguró que es una parte maravillosa de su vida y que tiene que tiene mucho que ver con el haber tenido los abuelos que tuvo.
Durante una entrevista en el año 2014, la actriz aseguró que la comida cubana es una parte muy importante de su vida.
“Todas las Navidades cocinamos festines cubanos y es la tradición que conservamos. En casa, me encanta cocinar platos cubanos. Casi todos mis familiares cubanos ya fallecieron, pero lo que aprendimos de ellos no morirá nunca”, expresó en aquel entonces.
