Las semanas para los cubanos pueden ser muy dinámicas, como para el resto de las personas del planeta Tierra. Sin embargo, como punto en común cada día de la semana es condimentado con un significado para el cubano.
Los lunes, por ejemplo, es el día de hacer trámites. Todas las paradas de ómnibus están “repletas” de manera escalofriante, sea por la mañana o la tarde. Y cuando la desesperación llega, aparece el suspiro de la respuesta “hoy es lunes”.
Los martes suelen ser muy cotidianos. Pero ellos tienen su propio proverbio popular que dice ” el martes ni te cases ni te embarques”.
Y como siempre hay un culpable para todo lo malo que nos sucede en la vida, y la culpa nunca cae al piso. Pues el día perfecto para cargar con las responsabilidades es el miércoles. Algunos lo llaman el día atravesado de la semana.
El jueves, no tiene nombre, puede pasar desapercibido. En la mayoría de los centros de trabajo se anuncia por los pasillos !mañana es viernes! El jueves es la víspera del último día de trabajo para muchos de los habitantes de este archipiélago. Noticia tal que les da fuerzas para que hagan sus labores con sospechable entusiasmo.
La hora que más se espera de salida es la del viernes, tanto los niños en la escuela, como los adultos en los trabajos. Casi al final de la jornada hay un tema común en las conversaciones…qué planes se tiene para el fin de semana
Sábado: Es la jornada de la semana en que los cubanos hacen limpieza en su hogar y buscan los suministros. No hay nada más agradable que caminar el sábado por la noche. Todo a disposición de pasar un buen momento en familia y con amigos.
Los domingos son aburridos para muchos, las calles por lo general están desiertas. En busca de un momento de descanso y entre familia, muchos prefieren quedarse en casa. Porque como dice el buen cubano “hay que cargar las pilas que mañana empieza la semana”; semana que por supuesto estará llena de nuevos retos y desafíos, pero sobre todo de risas, pues si hay algo que identifica a todos los nacidos en esta Isla es la alegría en cada momento, sea bueno o malo, y por supuesto cada día de nuestra semana.