Hoy está cumpliendo años el popular actor Fernando Hechavarría, uno de los rostros más conocidos en la televisión cubana en las ultimas décadas, recordado por muchos por su papel de Nacho Capitán en la telenovela Tierra Brava, que lo lanzó a la popularidad.
Actualmente, los cubanos disfrutan de su talento por partida triple, con tres personajes distintos: el Gallo en la segunda temporada del serial La Otra Guerra, el padre de la protagonista en El rostro de los días, y el galán de la telenovela Destino Prohibido, que están repitiendo por enésima vez en las pantallas de la Isla.
Este santiaguero de nacimiento, pero holguinero de crianza, comenzó su caminó en el arte alejado de la actuación, pues sus pininos fueron estudiando diseño, pintura y escultura en la Escuela Provincial de Artes Plásticas de Holguín, en 1972. Sin embargo, cuatro años después, termina graduado de la Escuela Nacional de Arte en la especialidad de actuación.
Su servicio social lo hizo en el Escambray, sin imaginar que terminaría atrapado por esa montañas durante 20 años, hasta que en el año 1996 viaja a La Habana para trabajar con el grupo teatral Público, bajo la dirección de Carlos Díaz. Allí protagonizó sobre las tablas obras como Calígula de Albert Camus, El Rey Lear de William Shakespeare o El Público de Federico García Lorca.
Su primer trabajo frente a las cámaras fue en el filme La Tierra y el Cielo, dirigido por Manuel Octavio Gómez, aunque estando en el Grupo Escambray, bajo la dirección de Sergio Corrieri, versionó para la televisión con los Estudios del Minint varios espectáculos teatrales.
Por su encanto personal, capacidad de desdoblarse y la modestia que transpira, el prolifero actor ha ganado amplia popularidad. Y ese público que lo aplaude y admira ha tenido la posibilidad de disfrutar su actuación en varias series televisivas como Cuando el agua regresa a la tierra, la ya mencionada Tierra Brava, Las huérfanas de la Obra Pía, Salir de noche, Diana y La otra esquina, entre otras. Además, en los largometrajes Plácido, Como la vida misma, Amor vertical, Pon tu pensamiento en mí y Ciudad en Rojo, por solo citar algunos.
Sin embargo, tiene que marcar un antes y un después del personaje de Nacho Capitán, pues el mismo ha reconocido que la novela Tierra Brava le regaló la oportunidad de ser reconocido por todos los cubanos.
«Me abrió las puertas al afecto del público nacional, que ha sido extremadamente generoso conmigo; teniendo en cuenta todo ello, Nacho ha devenido en bendición, no en peso», reconoció recientemente en una entrevista.
Considera la amistad como «una joya rara» y a la familia, el gran regalo de su vida. Tiene dos hijas. Alicia, la mayor, le sigue los pasos en el fascinante universo de la actuación, y la menor es periodista. La esposa, sin embargo, se mueve en un mundo diferente, en el de la química y la homeopatía.
Para Fernando, actuar es un acto de fe, una entrega en cuerpo y alma, tal como afirmó —y ha reiterado otras veces— en conversación con Amaury Pérez Vidal durante una de las entregas del programa Con dos que se quieran.