El presidente Donald Trump parece que ya tiene decidido cuál será su mensaje de campaña para echarse en un bolsillo el voto hispano, en especial a los cubanos, tachando a su contrincante Joe Biden como el «caballo de Troya del socialismo» y asegurando que si este llega a la Casa Banca se habrá perdido para siempre el sueño americano.
«En estas elecciones se decidirá si salvamos el sueño americano o si permitimos que una agenda socialista derribe nuestro destino», dijo Trump en la convención nacional de su partido el mes pasado, recuperando la estrategia republicana probada en elecciones que se remontan a décadas: llame a su oponente demócrata «socialista».
Entonces, ¿por qué tanto discurso del socialismo ahora? La respuesta es la importancia electoral sobredimensionada de Florida, y su población de aproximadamente 1,2 millones de origen cubano que huyeron de Cuba o son descendientes de exiliados.
Si bien apenas representan un poco menos del cinco por ciento de la población del estado, la mayoría de ellos han dado sistemáticamente su vito a favor de los republicanos y en una elección cerrada este podría ser un factor determinante.
Hay literalmente millones de votantes en Florida que, directa o indirectamente, han sido impactados por los gobiernos socialistas en América Latina. Dicho esto, los republicanos están convirtiendo la palabra ‘socialismo’ en un armamento.
Pero la campaña de Trump y los republicanos de Florida no están de acuerdo. Creen que los cubanos son especialmente conscientes de los peligros que representaría un Gobierno socialista y aseguran que el actual presidente se ha enfrentado a este tipo de sistemas políticos, mientras que Biden no hizo nada cuando estaba en la Casa Blanca.
Cualquiera que sea la verdad de la acusación, parece que se está pegando. Biden mantuvo una pequeña ventaja en todas las encuestas de Florida publicadas durante el verano, pero el apoyo para Trump ha remontado en las últimas semanas, según las encuestas más recientes. Y la razón podría ser un aumento de apoyo entre los hispanos en el condado de Miami-Dade, el condado más poblado del estado y hogar de la mayor concentración de estadounidenses de origen cubano, según una encuesta de la firma Bendixen & Amandi.
De hecho, Trump lidera a Biden con los latinos de Miami-Dade, 47% a 46%, posiblemente el único condado en el país donde Trump es favorecido por votantes de minorías. Pero entre los cubano-estadounidenses, Trump tiene una enorme ventaja de 38 puntos, 68% a 30%. Entre el resto de latinos, a Biden le fue mucho mejor, liderando 58% a 32%.
Los partidarios de Biden están rechazando la noción de que es socialista y dicen que cualquier mirada imparcial a su historial muestra que la afirmación es absurda. Los demócratas buscan «reintroducir» a Biden a los votantes para dejar absolutamente claros sus puntos de vista sobre Cuba.
Algunos creen que todavía se puede persuadir a los votantes cubanos que apoyaron al partido Demócrata en 2008 y 2012, pero el rechazo de Cuba en abrir su sistema comunista después de la apertura de Obama en 2014, más el apoyo de La Habana al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, parece haber detenido esa tendencia en seco.
Equis Research, una firma de encuestas demócratas, ha demostrado que la aprobación del trabajo de Trump entre los cubano-estadounidenses está aumentando desde 2016, en respuesta a su mensaje antisocialista, lo que podría ganarle 100,000 votos adicionales en noviembre de 2020.
Pero cambió eso en una serie de visitas a Miami para hablar sobre el socialismo, incluido su viaje de 2017 a La Pequeña Habana para firmar un memo presidencial que endureció la postura del gobierno sobre Gobierno cubano.