El candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden, ha vuelto a tocar el tema de Cuba ante las cámaras de la televisión, esta vez para asegurar que de llegar a la Casa Blanca dará marcha atrás con «las políticas fallidas de Trump que infligieron daños a los cubanos su sus familias», prometiendo «alivios en las restricciones de viajes y los límites de remesas»
Así lo confirmó en una entrevista transmitida anoche por el canal NBC en Miami, en la que reiteró que su postura hacia la mayor de las Antillas era muy similar a la del expresidente Barack Obama, junto al que estuvo como vicepresidente durante los años del deshielo.
«Trataría de revertir las políticas fallidas de Trump que infligieron daño a los cubanos y sus familias. Trump no ha hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos; por el contrario, la represión contra los cubanos por parte del régimen sí lo ha hecho, y empeoró bajo Trump, no mejoró», comentó el candidato demócrata, quien ya en anteriores ocasiones ha mostrado su interés por volver a suavizar la política hacia la Isla.
Biden llamó a los cubanoamericanos «los mejores embajadores de la libertad en Cuba» y dijo que aliviaría las restricciones de viaje a la isla y los límites a las remesas que los cubanoamericanos envían a sus familias, que eran políticas reforzadas por la administración Trump.
Dijo que volvería a la política de la era Obama de un mayor compromiso con Cuba y que seguiría una política de promoción de los intereses «y de empoderar al pueblo cubano para que determine libremente su propio resultado, su propio futuro».
Hizo hincapié en los derechos humanos y dijo que «la represión contra los cubanos por parte del régimen ha empeorado con Trump, no ha ido a mejor».
“Al igual que hice como vicepresidente, exigiría la liberación de todos los presos políticos, seguiré siendo un defensor de los derechos humanos”, enfatizó Biden.
A pesar de esto, criticó al Gobierno cubano por «contribuir al impasse político en Venezuela», acusándolos de mantener en el poder a Nicolás Maduro con el apoyo de Rusia y China.
Florida, con una población robusta de cubanos, es el premio más grande de los estados en el campo de batalla y uno que Trump debe ganar para ser reelegido. La campaña de Trump ha promocionado sus políticas de línea dura hacia Cuba como parte de su estrategia para atraer a los votantes del estado.