Jamás a Marietta (y no es la Marieta de Facundo Oramas, que forma siempre tremendos relajos y provoca dichos múltiples), se le hubiera ocurrido que su bella voz y descendencia, estarían inmortalizados cruzando el océano y en una de las preparaciones más populares de la pastelería criolla cubana. Hablamos en esta ocasión, de la deliciosisima GACEÑIGA.
Marietta Gazzaniga , italiana de Milán (1824 – 1884) fue una soprano con tanta fama que en 1857 se puso de objetivo “hacer la América” y se embarcó en una gira por el continente de Norte a Sur. Durante la travesía, su esposo y compañero de andanzas, el Conde Malaspina, falleció de viruela en el barco que los trasladaba rumbo a La Habana, pero la tragedia no la detuvo. Ya en Cuba fue tal su popularidad en el Teatro Tacón, que un dulcero en su honor, confeccionó una especie de pan o panetela rectangular y la nombró “de Gazzaniga”.
Como siempre ocurre, el criollismo se adueña y reinventa cualquier cosa y este dulce, no pasó de largo. De Gazzaniga, derivó en “Gaceñiga” y hasta el día de hoy, sigue siendo el preferido de todos.
Nada sofisticado, mezcla de huevos, harina y mantequilla como base, es capaz de hacer reventar la barriga de todos los que lo comen, porque hasta donde mi recuerdo alcanza, empiezas por un pedacito y terminas comiéndote todo. Justo mientras escribo recuerdo que nos sentábamos en la mesa para ir partiendo de pedazo en pedazo y cazar las pasitas de uva, que momentos por Dios.
En esta ocasión y para variar un poco la receta, porque sabemos que a veces la Harina de trigo se nos dificulta, quise traerles una versión distinta pero muy deliciosa y usando HARINA DE ARROZ. Sabemos que también hoy hay muchas personas intolerantes al trigo y este será un buen recurso para no dejar de disfrutar a pleno.
Generalmente, tenemos la creencia de que sólo podemos hacer recetas de Panadería y/o Pastelería con harina de trigo, sin embargo, es una falsa creencia ya que usando otras harinas (de legumbre o de frutas), también podemos obtener resultados asombrosos.
En las regiones donde el Arroz forma parte del consumo cotidiano o con excesivas producciones para exportación, este se transforma en versátiles preparaciones y es sorprendente el resultado en bizcochos, como espesante de sopas, en panes planos, como rebozador, galletitas, etc).
Este granito tan pequeñin pero no menos valioso por ello, ya asomaba su versatilidad por otras épocas, quedando registrada en una copla del Siglo XVIII cuando los ingleses tomaron La Habana,… “Las muchachas de La Habana no tienen temor de Dios y se van con los ingleses en los bocoyes de arroz” (tomado del Bello Habano, biografía intima del Tabaco. Reynaldo Gonzalez).
Nos puede sacar del apuro en más de una ocasión y no sólo, acompañando los riquísimos frijoles o en el arroz a la Chorrera!!!!, también en postres y acá un ejemplo.
La harina de arroz se vende ya lista para usar, pero se puede obtener de forma casera. Basta con moler mucho en una batidora los granitos y luego tamizar muy finamente hasta que sólo quede la harina extra fina. Muy fácil y para nada complicado.
Siguiendo con la forma alargada rectangular de nuestra típica Gaceñiga, me complace en llamarlas MINI GACEÑIGAS DE ARROZ.
MINI GACEÑIGAS DE ARROZ
Ingredientes:
- 4 yemas de huevo
- 100 grs de azúcar
- 50 grs de mantequilla blanda
- 1 tacita de leche tibia
- Pizca de sal
- ½ cdta de canela molida
- 1 pizca de nuez moscada
- 1 cdta de ralladura de naranja o de limón (el que tengas)
- 4 claras a temperatura ambiente
- 100 grs de harina de arroz
- 1 cdta de Royal polvo leudante
Preparación:
Harina de arroz y mantequilla para untar los moldes. En un bowl bate enérgicamente hasta blanquear (ponerse color clarito) todos los ingredientes excepto claras, harina de arroz y el polvo royal.
En otro bowl, bate las claras a punto de nieve. Incorpora estas muy suavemente al batido primero y tratando de no bajar el volumen.
Por último agrega otra vez muy suavemente la harina de arroz mezclada previamente con el polvo Royal.
Lo que estamos buscando con los movimientos suaves, es que las mini gaceñigas se tornen esponjosas al cocinarse. No podemos olvidar que no tiene gluten y por ende, su estructura es más delicada.
EN los moldecitos que uses o en un único molde (lo que tengas está bien), unta con mantequilla o aceite y espolvorea harina de arroz. Vierte el batido previo y lleva al horno, a temperatura muy bajita, unos 160C por unos 25/30 minutos.
Igual revisa porque no todos los hornos son iguales. Sólo sabrás si está cocido cuando pasado unos 20 minutos aproximadamente, tocas el centro con la yema de los dedos y este ofrece resistencia.
Listo, retira y deja enfriar para poder desmoldar.
A mi me gustan con mucha azúcar talco o impalpable encima, pero así solitos también son una buena opción. Si quieres, al batido agrégale pasitas o pedacitos de chocolate o lo que desees. La imaginación no tiene límites.