Junto al desodorante, el aceite, el pollo y la leche en polvo, el agua ha pasado a formar parte de la lista de cosas que escasean en algunos pueblos y provincias de Cuba.
“No abastecen de agua potable a los Puntos y nosotros necesitamos de ellos. Aquí el agua de los pozos está contaminada”, expresa Nidia, quien vive justo en el centro de la ciudad de Holguín.
La extrema situación con el preciado líquido contrasta con la oferta de agua en los establecimientos estatales recaudadores de divisa, donde puede encontrarse a la venta al por montón.
El pomo de medio litro cuesta 0.45 CUC, el de litro y medio 0.70 CUC y el grande, de cinco litros, se vende en 1.90 CUC. Estos precios se encuentran fuera del alcance de los salarios promedios de la Isla, donde trabajador gana unos 30 CUC al mes.
La situación epidemiológica debido al coronavirus ha hecho que las personas que tienen un poco más de poder adquisitivo que la media se lancen a las tiendas a intentar comprar cualquier cosa, ya que no se sabe mañana que es lo que pudiera estar en falta.
En el caso del agua no ha estado exenta de esto, en la mayoría de los puntos de venta estatales a los pomos de agua no se les ve el pelo, lo cual obliga a las personas que viven en zonas en los que este líquido no llega con la frecuencia necesaria, a que se vean obligados a recurrir a particulares a comprar los pomos de agua “por fuera” a precios nada cariñosos.
“Lo más afectados somos los de la tercera edad. Como voy a estar comprando el agua a los particulares. Si ya en la tienda es una locura, el comprar un pomo de agua en una cafetería particular es para salir dando gritos”, cuenta Belkis, quien ahorra a mas no poder el agua que llega a sus manos.
La única opción viable es cargarla en cubos cuando llega la pipa y almacenarla en casa, aunque para los adultos mayores que viven solos esto no representa una solución.
“Muchas veces la pipa llega de noche y la gente sale como locos para la calle y se olvida del distanciamiento social, del coronavirus y de la madre de los tomates. Yo no puedo estar cargando cubos y de noche no me puedo meter en esa molotera a que alguien me haga el favor de cargarme un poco de agua. La situación con el agua es para volverse locos”, añade Belkis.
Entre las principales razones por las que el agua se ha convertido en un problema son los salideros, las tuberías rotas y la falta de gestión por parte del Gobierno.