Hoy está cumpliendo 69 años el profesor Manuel Calviño, quizás uno de los rostros y las voces más conocidas entre los cubanos, a pesar de no ser actor, cantante o un famoso farandulero, pero se ha sabido ganar el cariño y el respeto de miles con sus consejos, que siempre valen la pena.
Quien escuche que este hombre que hoy es licenciado en Psicología, Doctor en Ciencias Psicológicas y Máster en Marketing, Gestión Empresarial y Comunicación, jamás imaginaria que fue un pésimo estudiante de preuniversitario, como él mismo ha confesado.
«No asistía a clases, no me gustaba estudiar, no tenía interés en eso. Fue la época en que la música ocupaba el primer plano de mi vida. Tanto que llegué a repetir el ultimo año del pre y la segunda vez los aprobé en los exámenes extraordinarios», reveló en un entrevista ofrecida hace varios años.
Nacido en la popular barriada habanera de Cayo Hueso, aunque hoy vive en el Vedado, ha dicho que su corazón sigue siendo el de su barrio. No olvida el trato de la gente y eso de llegar a las 3 de la mañana y poder encontrarte la puerta de algún vecino abierta para conversar.
Su padre fue médico, un reconocido cardiólogo, y su madre una ama de casa que se dedicó toda la vida a darles las mejores enseñanzas a él y sus hermanos.
Ya en la universidad, mientras estudiaba Piscología, todo cambió para Calviño. No dejó a un lado su gusto por la música, a tal punto que formó parte del grupo Moncada.
Esa carrera le brindo la oportunidad de ser conocido por casi todos los cubanos. En febrero de 2021 cumple 30 años saliendo cada semana en pantalla en el programa Vale La Pena. Allí todo luce igual, excepto algunos cambios en las imágenes de inicio y cierre… luce como hace décadas, cuando Manuel Calviño entró por primera vez en los hogares cubanos para evitar que el período especial nos agobiara demasiado.
Por él, muchos cubanos conocieron la importancia de la comunicación, el consenso, la empatía, la participación… aunque también son muchos que son las viven en abstracto y se preguntan cuando sus consejos surtirán efecto.
«Vale la pena, en pocas palabras, me ha hecho una mejor persona, un mejor profesional, un mejor cubano», dijo en el 2018, en un entrevista con Amaury Pérez para el programa Con dos que se quieran.
Su estilo de comunicación siempre ha sido transparente y auténtico. Lleva 49 años dando clases, pues empezó siendo aún estudiante, como instructor no graduado, en las aulas de la Universidad de La Habana, la que considera su segunda caza. Dice ser profesor de corazón y disfrutar la docencia.
Los temas de su programa, uno distinto cada semana, sale de la calle… allí los busca, asegura.
«Tengo ya incorporado una suerte de ‘observatorio’ o ‘radar mental’, que en toda situación me llama la atención y me dice: esto es para Vale la pena», explicó este año a un colega.
También son importantes las cartas, correos electrónicas o las personas que lo paran en la calle para regalarle sus ideas, vivencias e historias.
