El otrora Colegio de La Salle de La Habana, ubicado en el céntrico municipio capitalino del Vedado, fue por décadas uno de los símbolos de la educación cubana en el mundo y destacaba sobre el resto de instituciones educativas del país por el esplendor arquitectónico que poseía, pero como dicen: “Todo tiempo pasado fue mejor”.
Ahora, después de casi 30 años cerrado, el proceso de deterioro parece haberlo condenado a desplomarse sumido en el olvido y la indolencia del Gobierno cubano.
En una video que circula por las redes sociales, y que fue filmado en los interiores del edificio de cinco plantas que está ubicado en la Calle 13 entre B y C, es un testimonio gráfico de como luce lo que luego fue la sede del Instituto Politécnico de Transporte “José Ramón Rodríguez”.
Actualmente solo está en funcionamiento la planta baja y el primer piso de la edificación, pero el escenario luce realmente en ruinas.
Derrumbes parciales, ventanales sin ventanas, filtraciones y cientos de penurias constructivas que parecen mostrar un edificio que fue testigo de un escenario de guerra.
Este colegio estaba considerado antes del triunfo de la Revolución como uno de los centros educativos privados mas importantes de la capital cubana.
Durante los últimos años se han emprendido en su interior varias tareas constructivas pero sin los niveles necesarios de inversión para un edificio de su tipo, limitándose a solo realizar trabajos menores de albañilería y ubicar planchas de fibrocemento en los exteriores.
El Colegio de La Salle fue construido en el año 1910 y los especialistas han evaluado su reparación en millones de dólares y más de cinco años de una minuciosa labor constructiva.
Era todo una belleza. La capilla, las estatuas, los viacrucis, los trofeos… hasta la brisa que entraba por las ventanas. Pero llegó la destrucción, se llevaron los mármoles y saquearon todo lo que pudieron tras expulsar a los Hermanos de La Salle el 25 de mayo de 1961.
Un total de 110 Hermanos de La Salle -entre ellos 84 cubanos- tuvieron que abandonar la isla. No fue hasta 1989 que el gobierno cubano permitió la entrada de miembros de la orden religiosa al país y su incorporación a actividades apostólicas dentro de la Iglesia Católica.
Fueron los Hermanos de La Salle los primeros en introducir la Educación Física con carácter obligatorio para todos sus alumnos de sus cursos regulares.
El colegio del Vedado fue pionero en establecer una escuela gratuita, anexa al plantel, donde se les impartía instrucción a cerca de 200 alumnos.
