Los huskies se han convertido en los últimos años en una de las razas de perros más populares en Cuba. Ante la alta demanda de cachorros muchos dueños de estos canes han montando un muy rentable negocio.
Todo está muy bien organizado, el dueño del macho puede cobrar entre 100 y 200 CUC por la monta si no desea quedarse con ninguna cría.
Si por el contrario, su intención es quedarse con parte de la camada, entonces le corresponden dos crías, y puede escoger los que desee si la perra pare más de cinco.
En el caso particular de los huskies no existe problema alguno en que los padres se reproduzcan con las hijas (no así las madres con los hijos); por lo que muchos dueños de perros que se dedican a la venta de las crías suelen mantener un macho y un par de sus hijas hembras para que prospere el negocio.
Yamila, por ejemplo, quien vive en una pequeña casa de Centro Habana, tiene un macho, Rocky, al que aparea con dos de sus hijas, Luna y Hanna.
Sólo en el primer parto parieron cuatro y seis cachorros respectivamente, por los que su dueña obtuvo 1 100.00 CUC en 45 días.
Con ese primer parto arreglaron la casa y comenzaron a equiparla. Luego, con las camadas sucesivas han ido mejorando su vivienda hasta dotarla de gran lujo.
Hasta un cuarto con aire acondicionado para los perros le construyeron.
La familia de Yamila está plenamente establecida en el negocio de los perros. Su principal cliente es un suizo, que le paga entre 200.00 y 250.00 CUC por cada cachorro, que luego saca del país y vende en suiza por 5 000.00 francos o en Estados Unidos por unos 1 500.00 dólares.
Alrededor del negocio de los perros en Cuba existe un gran vacío jurídico, pues, al carecer el país de leyes sobre la protección de los animales, compra y vender perros no es ni legal, ni ilegal.
A la propia Yamila, quien ha logrado sacar su familia adelante gracias a los perros, no le agrada tener que venderlos para vivir; pero peor era tener que vivir ella y su hija en las condiciones en que lo hacían antes que Rocky, Luna y Hanna llegaran a sus vidas.